El gobierno de Los Corrales de Buelna se ha propuesto rehabilitar cuanto antes el tejado del actual Ayuntamiento y el edificio que acoge el gimnasio y piscina cubierta municipal, en ambos casos por razones de seguridad, y para ello ha cerrado las tramitaciones para la reforma de la cubierta de la Casona, tan deteriorada que ha obligado a fijar un perímetro de seguridad, y la revisión de los posibles daños estructurales de la piscina cubierta, esperando poder acometer ambas antes de final de año.

Respecto al tejado de la Casa Consistorial, la concejala María Bustamante adelantó que en el proceso de adjudicación de la obra se ha tenido que variar el proyecto para adaptarlo a la partida económica destinada a esa obra, 50.000 euros. Se habían llegado a pedir hasta seis presupuestos a otras tantas empresas locales, pero todas coincidieron en que con ese dinero no se podía afrontar el plan original con garantías.

Los servicios técnicos municipales revisaron ese proyecto y, sin afectar a la calidad del resultado, se pudo reducir el coste simplemente cambiando pesebrones por canalones, «algo que no incidirá para nada en un buen acabado de la nueva cubierta», dijo Bustamante. El nuevo proyecto se ha enviado a las seis empresas interesadas y se está a la espera de elegir una de ellas, con la intención de adjudicar cuanto antes la obra y poder comenzarla en noviembre, si el tiempo acompaña.

En cuanto a la piscina cubierta, la concejala señaló que una vez conocida la posibilidad de que la estructura principal estuviera dañada se procedió «con urgencia» a buscar empresas especializadas en estructuras de madera laminada para que analizarán esos posibles daños y su alcance. En unos días se tomará la decisión final sobre la empresa que mejor encaja en las previsiones de los técnicos pero ya adelantó que esa actuación supondrá el cierre de la instalación por un tiempo.

En primer lugar la empresa realizará una inspección ocular, determinando la maquinaria que precisará para la evaluación de la estructura y el tiempo que tardará en realizarla. Una vez determinado cómo actuar, «está claro que será necesario clausurar la instalación el menor tiempo posible para no perjudicar ni a la empresa adjudicataria del servicio ni a los usuarios».