El tirón de las casetas de hostelería no se podía dejar escapar en Los Corrales de Buelna y de eso sabe mucho Ramón Mier, el instigador de una de las novedades más esperadas de las fiestas patronales de San Juan que comienzan esta semana. “No sabemos si la moda de las casetas durará uno, tres o cinco años, pero hay que estar ahí”, apuntó desde la misma plaza de la Constitución, donde este martes ya se ha comenzado el montaje. Eso ha obligado a cortar las calles de acceso interior a la plaza, la interior y la Avenida Condesa Forjas de Buelna desde la rotonda de San Juan Bautista hasta la confluencia con la Avenida Cantabria, y así seguirán, cerradas al tráfico, hasta el lunes 27 de junio. Las casetas se abrirán el jueves, así que desde el montaje hasta ese momento “tenemos dos días para seguir creando expectación”, decía Mier. Cada caseta tiene 12 metros cuadrados y están abiertas en tres de sus lados para el mayor acceso posible de los clientes. Son atractivas, de madera y cómodas para los profesionales y los vecinos. Se abrirán este jueves alas ocho de la tarde, hasta el domingo 26. El horario será de 12 del mediodía a cuatro de la tarde, y de ocho de la noche a una de la madrugada cada día, a excepción del mismo jueves, en el que abrirán de ocho a 12 de la noche, como toma de contacto. El viernes comenzará la rutina en horario normal. Cada caseta se tendrá que trabajar la decoración y el pincho, “no un simple canapé, sino un pincho atractivo al paladar, que las personas que se acerquen se puedan plantear comer o cenar con un buen bocado, en condiciones, vino o caña y a un precio único y asequible, 2,50 euros”. Al final serán 14 casetas las que se abran, tantas como se está estudiando su instalación para que todos los profesionales queden contentos con los lugares elegidos. Además habrá hilo musical, actuaciones en directo, romerías y verbenas, que se celebrarán junto a la plaza, con lo que todo estará centrado en pleno casco urbano. “Es uno de los mejores entornos para casetas de toda Cantabria”. Las casetas se levantarán sobre la calzada de las calles Constitución y Forjas de Buelna y mirarán hacia dentro, con lo que la gente estará arropada por los árboles de la plaza. “El enfoque es muy bueno, la expectación mejor, la profesionalidad está asegurada y ahora hace falta que nos haga bueno”, decía Ramón Mier. En donde estará el quid, los profesionales lo tienen claro, en la estrategia personal de cada uno, en el golpe de efecto de un buen pincho, el que marque las diferencias, un bocado elaborado y en condiciones, que guste y llame a repetir y hablar bien de ese pincho. Pero, lo que está claro, es que “hay que currárselo, no basta con abrir y ya está, ahora toca trabajar”.