Tras años de reivindicación por parte del Ayuntamiento de Arenas de Iguña esta semana han comenzado las obras de reforma del puente de hierro de Helecha, una estrecha pasarela con más de 120 años que presentaba visibles deficiencias en su estructura. La empresa Comsesa ha iniciado las obras con un plazo de ejecución de dos meses y un presupuesto de 60.000 euros. De momento el puente está cerrado y así permanecerá el tiempo que duren las obras. Los técnicos de la empresa adjudicataria de las obras han explicado que se ha comenzado con una revisión estructural completa del puente. En la primera parte de las obras se trabajará en la reestructuración de la estructura principal, después se colocará un andamio para un chorreo completo de la pasarela para quitar corrosión y oxidación y luego se dará una mano especial de pintura. Se colocará nueva señalización sobre la limitación de paso a vehículos con un máximo de cinco toneladas de peso y se extenderá una nueva aglomeración sobre el tablero del puente. Los técnicos reconocieron la "incertidumbre" que supone unas obras en una estructura que tiene más de 120 años de historia.
Por su parte el alcalde de Arenas de Iguña, Pablo Gómez, agradeció a la Consejería de Obras Públicas y Vivienda la financiación de un proyecto "en el que el Ayuntamiento lleva muchos años solicitando esta reparación". Señaló que el plazo de la obra "dependerá de lo que se vayan encontrando" pero, dijo, "esperemos que en dos meses esté abierto y reparado". Sobre la situación del puente apuntó que "los técnicos reconocen lo que está a la vista, la corrosión ha afectado a una estructura con más de un siglo de historia".
Por otro lado y tras el análisis histórico de la pasarela de La Serna, inciden en el "indudable valor" del puente, "posiblemente uno de los ejemplos de puentes de estructura metálica más antiguos que se conservan en uso en España, uno de los pocos puentes originales del Ferrocarril de Isabel II o Ferrocarril de Alar del Rey a Santander y quizás el único de los tramos metálicos que ha llegado hasta la actualidad". Tanto es así que los técnicos redactores del proyecto recomiendan que "además de las medidas de restauración propuestas en el proyecto se proceda a su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC) al objeto de garantizar su protección y conservación".
El puente fue construido por la Compañía del Ferro-Carril de Isabel II hacia el año 1860, para posteriormente ser retirado del trazado ferroviario por el incremento de peso de las locomotoras. En el año 1905 la junta vecinal de La Serna acuerda la construcción de un puente sobre el Besaya, proyecto que se encarga a la empresa Corcho e Hijos, que tenía en su propiedad el puente desmantelado del trazado ferroviario. Lo único que se hizo para su recolocación fue cambiar el suelo de madera del puente original por una losa de hormigón armado.
El informe técnico concluye afirmando que "el puente de la Serna presenta en la actualidad un estado de degradación muy avanzado que obliga a actuar sobre el mismo ya que en cualquier momento puede alcanzar el colapso, lo que conlleva un riesgo evidente para los usuarios, además supondría una lamentable pérdida de una obra que constituye parte de nuestro patrimonio cultural, ya que se trata de una obra representativa de los primeros puentes metálicos de ferrocarril, sin duda uno de los primeros de esta tipología construidos en Cantabria".
