La Consejería de Obras Públicas y Vivienda ha adjudicado finalmente a la empresa Fernández Rosillo la mejora del trazado y el acondicionamiento de la plataforma de la carretera que comunica Arenas de Iguña con Villasuso de Anievas, una primera fase de lo que será la reparación general de una vía que conecta los valles de Iguña y el Pas. La adjudicación definitiva se ha quedado en 3.482.843 euros, muy por debajo del presupuesto de partida (5,1 millones de euros), lo que ha retrasado la decisión final, hasta que se han salvado los reparos por una baja tan considerable. Lo que se mantiene sobre las primeras previsiones es el plazo de ejecución, 18 meses.

Un paso definitivo que se suma a la autorización de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico para las obras de drenaje y adecuación de puente sobre el río Casares, un estrecho puente que se sustituirá por una estructura de 13 metros de largo y casi 11 metros de ancho con paseo peatonal incluido.

Son seis kilómetros en total de los 17 kilómetros de una carretera que comunica Arenas de Iguña con San Vicente de Toranzo, una vía que soporta a diario el paso de unos 1.114 vehículos, de los cuales un 8% es transporte pesado.

La actuación más importante consistirá en la ampliación de la plataforma de la carretera, consiguiendo una calzada de seis metros de anchura, conformada por dos carriles de tres metros cada uno, más sobreanchos en las curvas de radio más reducido. En los primeros seiscientos metros del proyecto de ejecución, entre Arenas de Iguña y San Juan de Raicedo, se añade un paseo peatonal de dos metros de anchura por el margen izquierda de la plataforma, hasta el estrecho puente en el cruce sobre el río Casares.

Otra de las características principales de la obra será el afianzar el terreno con la construcción de diversos muros de escollera. Especial atención se pondrá en uno de los primeros tramos de la carretera en el que el talud del terraplén presenta cierta altura e inestabilidad, planteándose como solución de sostenimiento de la calzada la ejecución de carriles de ferrocarril hincados reforzados con hormigón armado.

A partir de ahí se acometerá la renovación de toda la señalización existente en la calzada, tanto la vertical como la horizontal y se instalará una red de alumbrado LED en las zonas de las travesías.

Por último, se prevé el desplazamiento de una serie de postes de los tendidos aéreos eléctricos y telefónicos, incluyendo algunos de alta tensión, al encontrarse en el interior de la nueva plataforma o en los taludes proyectados.

Una vez concluida la primera fase se empezará a pensar en la segunda, algo más de 10 kilómetros entre Villasuso de Anievas y San Vicente de Toranzo, un tramo que incluye el puerto del Portillón, todo un reto para los ingenieros.

Hace 16 años, en 2003, los alcaldes de Corvera, Santiurde y Anievas ya solicitaron la mejora de la carretera, proponiendo entonces un túnel que salvara el puerto del Portillón. En 2005 la Corporación de Anievas solicitaba al entonces consejero de Obras Públicas, José María Mazón, el ensanche de la carretera. El año pasado, en abril, se presentaba el proyecto y 12 meses más tarde se han adjudicado las obras. Para el alcalde de Anievas, Agustín Pernía, «se cumple mi sueño desde que llegué al Ayuntamiento, el mío y el de todos los vecinos del valle».