Exterior de los Torreones de Cartes Martes, 22 Octubre 2019 Exterior de los Torreones de Cartes

Cartes proyecta la rehabilitación de los Torreones para uso público

El símbolo que abandera la villa de Cartes, los Torreones medievales que cruzan el Camino Real, se encuentra en un estado tan deplorable que va a requerir el esfuerzo conjunto de varias administraciones para poder devolverle el esplendor de antaño y llenar de contenido sus salas. Tanto es así que Gobierno regional y Ayuntamiento de Cartes estudian ya unir fuerzas para financiar la rehabilitación de todo un ala, más de la mitad del conjunto histórico, un proyecto en fase de redacción que prevé recuperar buena parte de un edificio ahora "devastado", como reconocía el alcalde, Agustín Molleda. En ese objetivo espera contar con varias consejerías del Ejecutivo autonómico, como le explicó este martes al vicepresidente, Pablo Zuloaga, en un recorrido por el interior abandonado y tétrico de toda la zona oriental del inmueble.

La intención última es abrir al público tanto el edificio como los jardines anexos, situando el Camino Real como eje vertebrador de una ruta que recorrerá los puntos álgidos de la presencia histórica de los molinos harineros en toda la comarca, especialmente los de Cohicillos. Por eso en el proyecto de rehabilitación se incluirá como propuesta municipal habilitar una de las futuras salas de los Torreones como museo de la molinería. En esa propuesta tendrá un papel preponderante todo un experto en la materia, Luis Alberto Alonso, una persona que podrá aportar todos sus conocimientos y documentación recopilada a lo largo de años.

"Hay que ser prudentes", decía Molleda, al incidir en que lo primero será planificar cada paso a dar en la restauración del edificio. Pablo Zuloaga coincidía en "la necesidad de rehabilitar ese edificio para uso público". Añadió que la idea de abrir un museo es "interesante" y adelantó que "lo primero será abrir al público los jardines para pensar después en la recuperación del edificio, lo que requerirá un esfuerzo mayor".

El problema en realidad viene de lejos y la colaboración entre administraciones ha sido necesaria, incluso urgente, en más de una ocasión. Tampoco es la primera vez que se intenta rehabilitar la parte más dañada del edificio, aunque, como decía Agustín Molleda, "esta vez nos basamos en una planificación a cuatro años vista, estudiada y con determinación absoluta de llevarla a cabo".

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