Mural de Cintia González Hoyos Lunes, 26 Abril 2021 Mural de Cintia González Hoyos

El bastión de Torres Quevedo

El colegio público de La Serna de Iguña luce con orgullo desde esta primavera un gran mural que representa la obra y milagros del gran inventor que le da nombre, Leonardo Torres Quevedo, nacido no muy lejos de ese centro, en Santa Cruz de Iguña. Es la mejor invitación posible al aula de interpretación centrada en el ingeniero universal que el colegio abrirá el próximo curso. La artista Cintia González Hoyos ha dedicado muchas horas de preparación y ejecución en un mural de 15 metros de largo que ya ha recibido felicitaciones desde todos los ámbitos. Tanto es así, que muchos abogan por que los colegios con nombres de grandes personajes tomen el mismo camino, mostrando a los alumnos la razón por la que su colegio lleva ese nombre.

A una altura considerable, una de las dificultades que tuvo que vencerse en primer lugar fue el cómo ejecutar la idea. Para ello se instalaron andamios y se prepararon arneses para garantizar la seguridad de la autora. "Estaba todo perfecto, hasta tal punto que cuando me enganchaban y me subía al andamio se me olvidaba donde estaba y me centraba en trasmitir la idea que primero había elaborado".

Fue lo que más tiempo llevó. Estudiar, adentrarse en la vida, en la obra "de una persona que, aunque conocía su historia, me ha sorprendido, el Da Vinci del siglo XX", decía González Hoyos.

Lleva 15 años pintando murales en toda Cantabria, colaborando en alguna ocasión con Okuda incluso. Su técnica pasa primero por ir dando forma a la idea definitiva con muchos bocetos. "Al final, grande o pequeño, todo se reduce a trasmitir la idea que tienes y para ello es fundamental tener experiencia y facilidad a la hora de dibujar y pintar". En sus murales principalmente utiliza pinturas acrílicas que aplica con pinceles "o herramientas de todo tipo, hasta un trapo si lo tengo a mano". "Pero lo principal es que tienes que pintar muy bien y antes de subirte al andamio tener muy claro lo que vas a hacer, eso es fundamental".

Los transbordadores de Leonardo Torres Quevedo ocupan una parte fundamental en ese mural, desde las pruebas en Iguña a San Sebastián y finalmente Canadá. "Cuanto más me documentaba más me daba cuenta de que fue el paradigma de la modernidad". Lo dice porque también se pueden ver muchos de sus inventos, precursores de muchos de los avances que hoy pueblan la tecnología más habitual, como un mando a distancia.

"La intención final es que fuera la mejor antesala del museo que se abrirá el próximo curso en el centro a la vez que trasmitir la idea de cómo logró pasar de la antigüedad a la modernidad con sus inventos".

"Fueron días intensos de trabajo, pero ahí está el resultado y estoy satisfecha con él, y más aún con los comentarios que me han hecho desde su finalización", reconocía la autora de otro gran mural enfrente del dedicado a Torres Quevedo.

Hace un año el colegio público de La Serna de Iguña organizó el segundo encuentro 'Pararte' (Paisaje Rural y Arte), una iniciativa que se centró especialmente en los paisajes rurales y la escuela como parte fundamental de ese paisaje.

Durante su desarrollo se ofrecieron varios talleres dirigidos, entre otros artistas, por la propia Cintia González Hoyos y Laura López Balza. Estas últimas pintaron dos grandes murales: Cintia González eligió el balcón de Silió aprovechando un momento de La Vijanera (plasmado en una de las paredes del pabellón deportivo) y Laura López el río Los Llares (pintado en los muros del pasillo exterior del edificio principal).

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