Libro a libro ha comenzado este martes 28 de septiembre la mudanza de la biblioteca municipal Guillermo Arce de Los Corrales de Buelna, desde su ubicación actual, en la Casa de Cultura de la plaza de la Pontanilla, al nuevo edificio que ocupará en el centro de la localidad. Una empresa especializada se encargará del traslado de todo el material, más de 30.000 volúmenes a los que añadir los fondos guardados en almacén, una mudanza, "muy complicada", como reconocía la responsable del servicio, Ana Ara. Junto a Consuelo Payno está coordinando un traslado que se ha programado en 10 días, a partir de los cuales comenzará la colocación de todo ese material en las nuevas estanterías del edificio que espera ya poder ir llenando el mobiliario que se está colocando bajo la supervisión de la concejala Esther Mendiguchía, la persona que está gestionando el equipamiento y funcionalidad de los dos edificios que componen el Espacio La Plaza de Los Corrales de Buelna, más de mil metros cuadrados dedicados especialmente a la cultura, juventud y turismo.
El cambio de ubicación no es el primero que sufre la biblioteca. Afinales de los años 90 la Casa de Cultura, donde su puso en marcha, fue sometida a una seria reforma, lo que obligó a acometer el traslado de la biblioteca al centro social La Pelá. Hubo que esperar a los primeros compases de 2001 para su regreso, pasando de ser apenas una sala abarrotada a contar con dos pisos y distintas secciones diferenciadas.
"No nos da miedo el traslado pero no podemos olvidar que aquí dejaremos muchas vivencias, muchos sentimientos, no en vano para mí han sido más de 30 años de mi vida", decía Ana Ara. "Cuando llegue el cierre definitivo de las puertas será duro, dejar atrás una buena parte de nuestras vidas", reconoció. Pero no serán los únicos sentimientos porque también habló de "ilusión" ante los nuevos retos de su futura ubicación y de "orgullo" al trasladarse al único edificio que en Cantabria se ha construido expresamente para albergar una nueva biblioteca". Mientras observa el embalaje de libros en cajas, piensa en que allí se quedará, sin remisión, "una maleta de sentimientos".
