La planta de Nissan Cantabria ha presentado este miércoles su nueva línea de moldeo, "icono" del plan de mejora del rendimiento de la fábrica de Los Corrales de Buelna y de su modernización tecnológica, un paso esencial dentro del Plan de Ultra-Competitividad puesto en marcha en 2020 como hoja de ruta de un "futuro sostenible", como han destacado más de una vez sus máximos responsables, Javier Vila y Jorge Alonso. Algo que ratificó en esa presentación el vicepresidente senior de Operaciones Industriales de Nissan en la región de AMIEO (África, Oriente Medio, India, Europa y Oceanía), Kevin Fitzpatrick, valedor de los 40 millones de euros que la marca japonesa aporta al crecimiento tecnológico de la factoría cántabra, de los que ya se han invertido el 75%.

La nueva joya de la corona de la histórica fábrica corraliega es una instalación puntera en el mundo que permitirá el aumento de la capacidad de producción de la planta en más de un 10%, la reducción de costes de fabricación, la mejora de la eficiencia energética y la reducción del 18,5% de los costes energéticos, una línea de última generación que permitirá producir al mes la nada despreciable cifra de 750.000 piezas. Tanto es así que cuando la planta esté a pleno rendimiento, presumiblemente a finales de año, la limitación no estará en cuántas piezas se podrán hacer sino en la cantidad de hierro con la que se cuente para hacer piezas.

La presentación culminó una ceremonia al más puro estilo japonés que comenzó en febrero con el inicio del montaje de las instalaciones, una ceremonia de buenos augurios que compartieron el equipo directivo de la empresa y el Gobierno regional, representado por el presidente, Miguel Ángel Revilla, junto a los consejeros de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio, Javier López Marcano, y de Empleo y Políticas Sociales, Eugenia Gómez de Diego, demostración evidente de la buena sintonía que ha permitido una importante inversión del Ejecutivo cántabro en los planes de empleo, competitividad y formación de la multinacional nipona en Los Corrales de Buelna, más de seis millones de euros. También estuvo el alcalde de la localidad, Luis Ignacio Argumosa Abascal.

A autoridades y equipo directivo de Nissan les esperaba en la nueva planta una figura tradicional japonesa que representa el esfuerzo, la perseverancia y la tenacidad por cumplir los objetivos. Los ojos del Daruma eran totalmente blancos en febrero, cuando se pintó el primero como símbolo del inicio de las obras. La tradición japonesa establece que, una vez alcanzado el objetivo, se debía pintar el otro ojo del amuleto, en señal de agradecimiento y satisfacción por haber llegado a la meta, y así fue.

Al término de la ceremonia Fitzpatrick afirmó que "Nissan está realizando una importante apuesta por Europa que liderará nuestro movimiento global hacia la electrificación y donde mantendremos una importante presencia en España con las plantas industriales de Cantabria y Ávila, así como toda la actividad comercial de la marca, el Centro Técnico de Nissan en Barcelona, la función de compras, el centro logístico y el almacén de recambios, que en total suponen más de 1.700 empleos en España".

Por su parte, Jorge Alonso, director de Nissan Cantabria, señaló que "tenemos una oportunidad única de construir un futuro sostenible para la planta de Cantabria. Estamos inmersos en un proyecto ilusionante, a la vez que desafiante, con el que aseguraremos la competitividad de la fábrica y su sostenibilidad a medio y largo plazo". Y habló de objetivos concretos: el incremento del volumen de negocio, la modernización tecnológica y la mejora del rendimiento de la planta. También adelantó algo importante, la posibilidad de sumar a la fundición y mecanizado el ensamblaje de partes para los vehículos, algo para lo que la planta "empieza a estar también preparada".

El presidente, Miguel Ángel Revilla, coincidió al asegurar que la nueva línea de moldeo "garantiza la competitividad y el futuro de una fábrica en la que trabajan más de 500 personas y que es una de las más importantes de Cantabria. Revilla afirmó que "son motivos suficientes para el optimismo".

Por último el alcalde se mostró orgulloso del avance de la planta corraliega y del "factor humano de una comarca con una tradición industrial con más de cien años de historia". Añadió la necesaria apuesta por la formación profesional, "ciclos formativos que respondan a las necesidades de las empresas".

Hasta ahora la operación de fundición y moldeo en la planta de Los Corrales de Buelna estaba compuesta por cuatro líneas, dos horizontales, que se mantendrán, y dos verticales que serán sustituidas por una nueva línea más moderna y con un menor consumo energético que ayudará a incrementar el volumen de producción de piezas por hora y mejorará el rendimiento de la planta, uno de los tres objetivos marcados en el Plan de Ultra-Competitividad 2020-2023.

La novedosa línea de moldeo se suma a la introducción de mejoras en el proceso de fundición de la planta, al mismo tiempo que se incorpora equipamiento técnico de vanguardia en el área de mecanizado, lo que permitirá la reducción del consumo energético de las operaciones de Nissan en fundición y mecanizado. Solo la nueva línea de moldeo supondrá un 12% de reducción de consumo de energía con respecto a la misma producción en las líneas anteriores, un ahorro que se traducirá en unos 350.000 euros.