El Ayuntamiento de Arenas de Iguña ha bacheado los 3,5 kilómetros de pista forestal que parten desde Bostronizo hacia la ermita mozárabe de San Román de Moroso, atendido la petición de la guía de la ermita, Raquel Fernández Vélez. Tras la actuación, la guía agradeció la «rápida respuesta» del Ayuntamiento, tanto del alcalde, Pablo Gómez, como de la concejal de Obras, Gema Fernández, a la vez que mostró su esperanza de que esa mejora de los accesos incremente las visitas al templo mozárabe. De todas formas, la medida no ha tenido las consecuencias esperadas, ya que las lluvias de las últimas horas han vuelto a afectar a esos accesos, provocando la aparición de socavones.

Hasta allí se desplazó la responsable de Obras y reconoció que «el esfuerzo del Ayuntamiento no acaba de solventar el problema de esta pista». Por su parte, el alcalde explicó que, «tras el necesario bacheado hasta Moroso, ahora el problema es mantenerlo y mejorar la canalización del agua por esa pista». Defendió que la actuación «era tan urgente como necesaria, aunque nuestras posibilidades no nos permitan da una solución definitiva». Todos, alcalde, concejal y guía, coincidieron en reclamar la atención del Gobierno regional para dar una solución a esos accesos.

Pero no es el único problema de la ermita. Raquel Fernández Vélez destacó la necesidad de mejorar el suelo del templo, y lamentó que el libro de firmas y sugerencias «se está llenando con las mismas que ya se escribieron en 2001, la mejora de los accesos, de la señalización o el alumbrado». Y es que en estos días se está reparando el generador de la ermita, lo que obliga a acortar el tiempo de las visitas por la falta de luz interior.