La Corporación de San Felices de Buelna ha dado un paso firme en la defensa del macizo del Dobra, aprobando una moción de protección del monte en los límites municipales. No es una moción genérica, de alabanza de la grandeza natural, geológica y arqueológica de ese macizo, sino medidas concretas que preserven su actual estado. Así, se ha incluido toda la cara sur del macizo, que linda con San Felices de Buelna, en el futuro plan general de ordenación urbana como zona protegida de interés cultural y paisajístico. Y se ha tomado la determinación de no conceder ningún tipo de licencia de actividad en ese monte hasta que no se apruebe el plan urbanístico y sus consideraciones de desarrollo municipal. Pero quizás una de las cuestiones más importante de la decisión corporativa es el que el Ayuntamiento no concederá ninguna licencia de extracción minera más en el Dobra, ni se permitirá ninguna voladura más en el área de protección.
El alcalde de San Felices de Buelna, el regionalista José Antonio González Linares, ha sido tajante, no dejando lugar a ninguna duda sobre la decisión municipal. “Continuaremos protegiendo nuestro monte como hemos hecho hasta ahora, limitando la expansión de las canteras. No habrá ninguna más, y sin en mis casi 14 años de alcalde no ha habido ninguna voladura en nuevas áreas, ahora menos”. Explicó que actualmente, en terreno de San Felices de Buelna, se trabaja en dos canteras legalizadas por Industria y “bendecidas” por Justicia, con sentencias que confirman esa actividad. “Y por el bien del empleo, así seguirá siendo”. Pero el resto del monte se protegerá contra cualquier ataque externo. “El Ayuntamiento de San Felices de Buelna no dará más licencias de extracción, el Dobra ya está muy castigado por la actividad minera en nuestro municipio y su vertiente de Torrelavega y Puente Viesgo con lo que hay que tomar decisiones concretas, y la nuestra es declarar la zona como protegida”. En cuanto a la protección, detalló que dentro del futuro plan urbanístico se protegerá la cara sur que linda con Sovilla y Sopenilla como zona de interés cultural, por la presencia de castros y cuevas prehistóricas, y el Alto del Corro, hacia Puente Viesgo, como zona de interés natural y paisajístico. Incidió en que son seis las canteras que ejercen en el Dobra fuera de San Felices de Buelna, en Torrelavega y Puente Viesgo, y que el Ayuntamiento se ha posicionado siempre en contra de su expansión hacia San Felices de Buelna.
El Dobra cuenta con muchos alicientes para su protección. Uno de los destacados es la riqueza hídrica que encierra el macizo, aguas a las que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico otorga la calificación de aptas para salmónidos, bioindicador de la mayor calidad del líquido elemento. Cuatro kilómetros y medio de río interior muy vulnerable a actividades externas, que se convierte en un gran almacén de agua potable que podría abastecer a toda la comarca. También encierra una gran riqueza arqueológica, con castros cántabros de importancia trascendental en el estudio del modo de vida de los pobladores autóctonos y sus escaramuzas contra los romanos, y, por descontado, las cuevas que demuestran la presencia del hombre prehistórico. Pero hay más. En el macizo se encuentran especies animales que a nivel mundial están protegidas y que han servido para crear una nueva era en el estudio de caracolillos, escarabajos y arañas, con especies únicas halladas en el Dobra. En cuanto al macizo en sí, el pico más alto es el de Capía, el más alto y el más conocido, pero el macizo tiene una longitud de más de nueve kilómetros, desde Las Caldas de Besaya, en el Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna, hasta Puente Viesgo, extensión perteneciente a tres municipios, San Felices, Viérnoles y Puente Viesgo. En un extremo, el suroccidental, está la cueva de Sovilla y en el otro las cuevas de Puente Viesgo. El gran problema son las diez explotaciones mineras, superando los límites de explotación media si se toma el macizo en su conjunto.
