Los empleados del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna han recibido entre asombrados y enfadados el anuncio del sindicato UGT de solicitar al concejal de Personal, Joaquín Espinosa (PP), la implantación de un reloj para fichar en todos los departamentos municipales. El secretario general de la sección sindical de UGT en el Ayuntamiento, Tomás Gutiérrez, ha explicado que “la petición no es de ahora”, es una de las “viejas” reivindicaciones de UGT “en los últimos 20 años”. Y reconoció que “se da la vuelta a la tortilla y aquí es el sindicato el que lo pide, ante la pasividad de la patronal”. La intención, dijo, es “controlar el horario de todos, desde la secretaria a cualquier administrativa, quién entra a trabajar y a qué hora, para que queden reflejadas las horas reales, qué se controle cuánto y cuándo salen cada uno de los trabajadores y cuándo entran, para que todos nos ajustemos a los horarios en condición de igualdad, sin beneficios para nadie”.
A esa petición unos trabajadores han respondido con indiferencia, otros con enfado ante lo que, dicen, supone un “ejercicio de falta de confianza”, y otros han pedido que se implante ese reloj “especialmente al entorno del peticionario”. Pero de momento, ni el concejal de Personal ni el sindicato mayoritario en el Ayuntamiento, USO, tienen intención de adoptar esa solución “mientras no venga impuesta por una norma de obligado cumplimiento”.
No ha sido la única petición con cierta polémica del representante de UGT. También ha solicitado que se aplique el principio de legalidad en todos los acuerdos laborales, o que se abra el Ayuntamiento los sábados, “como jornada laborable que es según Secretaría”. En concreto, explicó, debería abrirse el servicio de registro. Y fue más allá. “Que los horarios del calendario general se cumplan con arreglo a la legalidad, y si hay que ampliar la jornada en nueve días más de trabajo al año que se cumpla, y si son tres días de asuntos propios que sea así, sin otras concesiones, como marca la ley, para todos”. Por último Gutiérrez criticó el que se convoque una comisión negociadora al año solo para estudiar los calendarios laborales. Recordó que la última fue el 28 de diciembre de 2011 y pidió “que todas las partes se sienten por fin a negociar un convenio, y no para una reunión al año, cuando llevamos una década sin convenio colectivo”. Finalizó señalando que “todo ello demuestra un total desprecio a la representación sindical”.
