El Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna está luchando estos días, como otras tantos municipios, contra el robo de cobre en servicios esenciales como el del alumbrado público. Los concejales de Servicios municipales, Gestión municipal y Nuevas tecnologías, Joaquín Espinosa Mazón, y el de Obras e Infraestructuras, Serviliano González, están “escandalizados”, decían ayer mismo, ante la “impunidad y atrevimiento” con que actúan personas o bandas en el robo del cable, dejando barrios enteros sin electricidad mientras se repara la “chapuza”. “Cualquier día nos los encontramos a plena luz y en el centro del pueblo tratando de dar con las arquetas que se puedan abrir”, decían.
Aunque eso ya será complicado, porque la primera medida que se ha tomado es fijar con hormigón esas arquetas, las tapas de los túneles por los que discurre el preciado tesoro de cobre. La intención es que abrirlas se convierta en un impedimento suficiente para los amigos del cobre ajeno y cambien, si no de actividad, al menos de escenario. Las últimas actuaciones delictivas se han repartido precisamente donde aún quedaban algunas de esas tapas sin sellar, llevándose cerca de 300 metros de cable. Así, en el complejo deportivo se lograron abrir varias arquetas para tirar de los cables, romperlos y apropiarse del mayor número de metros posibles. Y lo que es aún más arriesgado, los ladrones se subieron a lo alto de las torretas de iluminación del campo de fútbol de hierba artificial, equivalente a unos tres pisos de altura, para cortar el cable y aprovechar el que, desde el suelo, llegaba a las luminarias. En total, se calcula que en esa zona se han llevado unos 140 metros de cable. Y no es la primera vez, con lo que el hormigón ya se ha impuesto a otras medidas.
Aún peor es lo que ha sucedido en pleno centro, en el parque de La Haya Fouassiere, donde se ha aprovechado también alguna arqueta sin sellar y se han podido llevar entre 125 y 150 metros de cable de cobre. Los concejales están convencidos de que aún queda alguna tapa por sellar, pero son las mínimas y de por sí ya les costará encontrarlas. Tiempo que aprovecharán para continuar sellando con hormigón las que quedan. Pero, ¿qué pasará en caso de avería? Pues se romperá el sello y se actuará, porque más vale tardar algo más en reparar una avería que estar constantemente perdiendo cable, reponiendo y, al final, sellando la arqueta que no se tapó por precaución. Y sobre todo, se evita el que durante el tiempo que se tarda en reponer el cableado casas, calles, parques e incluso barrios completos se queden sin alumbrado. O sin otros servicios, porque este fin de semana también, debido según parece a otro intento de robo, hubo problemas en el cableado de servicios de telefonía, Internet y televisión.
En el Ayuntamiento lo tienen claro, ya no valen medias tintas, para evitar el robo hay que poner todos los medios y el más efectivo es cerrar las puertas a los amigos de lo ajeno con todas las llaves posibles, aunque sean de hormigón armado.
