Los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico esperan terminar las obras de canalización del río Tejas, en San Felices de Buelna, “como muy tarde la semana que viene”. Siempre que el tiempo acompañe, porque hasta ahora ha sido el principal escoyo de una obra que precisamente pretende evitar los males ocasionados por las fuertes lluvias en la zona. La empresa adjudicataria de la obra está rematando las escolleras que reforzarán el cauce y posibles crecidas y allanando el terreno próximo a esas obras de canalización, donde se plantarán árboles autóctonos que refuercen el suelo y embellezcan el lugar. Y ya se ha derruido el puente que comunicaba con las fincas y empresas del lado oeste de la Agüera, uno de los dos embudos del canal del Tejas en su camino hacia su desembocadura en el río Besaya. Con todo, en una semana solo quedará ejecutar el proyecto de ampliación de otro puente, el que sustenta la recta de la Agüera entre Los Corrales de Buelna y San Felices de Buelna. El proyecto estará terminado en febrero y la intención es acometer las obras cuanto antes.

Lo que ya se tiene claro es que la actuación general en la zona funciona. Las últimas fuertes lluvias, en diciembre, demostraron que ahora tendrá que llover mucho más para que se desborde el río Tejas, a pesar de que las crecidas de un río que recoge todos los manantiales del monte impresiona, como aseguraban los trabajadores de Copsesa, la empresa que ejecuta ese proyecto.

Las obras de canalización del río Tejas, afrontadas por mandato de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, supondrán un desembolso final cercano a los 100.000 euros. De momento, se ha ampliado el cauce del río Tejas de tres a cinco metros, con escolleras de dos metros de alto, se ha mejorado la pendiente de bajada del monte que da nombre al río, se han demolido estructuras en desuso y dragado el arco del puente de la carretera de la Agüera ganando casi un metro de fondo.