En la visita se comprobó el mal estado de los ventanales Jueves, 08 Mayo 2014 En la visita se comprobó el mal estado de los ventanales

González Linares pide a Educación el cambio de todos los ventanales del colegio Pero Niño

El alcalde de San Felices de Buelna, José Antonio González Linares, y la directora del colegio público Pero Niño, Rosana Payno, han coincidido en solicitar a la Consejería de Educación la renovación de todos los ventanales del centro a corto plazo y, en un futuro cercano, cubrir uno de los dos patios exteriores. Así se lo han hecho saber a la directora general de Personal y Centros Docentes, María Luisa Sáez de Ibarra Trueba, en una larga visita al colegio en la que pudo comprobar de primera mano el mal estado de ventanas y persianas. "Antes de tomar decisiones, debemos comprobar lo que nos plantean", señaló al finalizar un recorrido que la llevó a comprobar también las necesidades de espacio de un centro que este año ha batido su record de alumnos, llegando a los 232.

El alcalde recordó que en su primera visita al consejero, Miguel Ángel Serna, hace tres años, pidió la ejecución de un proyecto para cubrir el patio próximo al pabellón cubierto "porque las inclemencias meteorológicas impedían a los alumnos disfrutar de sus recreos". Pero las prioridades han cambiado, como apuntó ayer mismo, "y atendiendo las explicaciones de la directora del colegio hemos comprobado que efectivamente lo prioritario es cambiar todos los ventanales, los mismos que se colocaron hace 30 años, cuando se levantó el edificio". Apenas resguardan de la lluvia y el viento al colegio, de tal forma que hay que mantener las persianas cerradas durante todo el invierno, con el gasto de calefacción y alumbrado que eso conlleva, añadió González Linares.

Otras obras tendrá que afrontarlas el Ayuntamiento, como el desdoble de algunas salas del colegio para habilitar nuevas aulas. Así lo planteó Rosana Payno, poniendo como ejemplo el gran comedor que también hizo en su día el Ayuntamiento. Ahora se ha quedado grande, porque el horario continuo ha dejado en nueve comensales lo que había sido un servicio para una treintena de alumnos. Así que se propone dividir en dos, manteniendo el comedor y habilitando una sala para enseñanzas especiales, como el inglés.

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