El Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna ha autorizado el inicio de las obras de construcción de una cubierta sobre el río Muriago a su paso por el casco urbano, un proyecto que tiene como objetivo final reponer las aceras sobre el cauce y convertir el río en un gran desagüe en caso de fuertes lluvias para evitar posibles inundaciones como las ocurridas hace año y media en calles, edificios y urbanizaciones próximas.
Tras recibir la preceptiva licencia de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico y adjudicar las obras a la empresa Piñera, el proyecto avanza rápido y "si todo va bien" estará terminado este mismo mes, según avanzó el concejal de Obras e Infraestructuras, Serviliano González, quien detalló que la solución "a un problema que dada su situación se hacía complejo" la aportó el gabinete de ingenieros ByP, con sede en Los Corrales de Buelna, con un proyecto que parte de cubrir un tramo de unos seis metros de longitud con una losa de hormigón armado en la que se abren dos huecos de casi tres metros de largo por uno de ancho que servirán de aliviadero en caso de emergencia. Esos huecos llevarán una rejilla para evitar posibles caídas al cauce, y sobre esa rejilla se dispondrá una tapa de chapa de acero en la que se soldarán las anillas correspondientes para poder realizar el izado de las mismas. Por último, sobre la chapa se colocará el solado de la acera.
Serviliano González explicó que se recuperará la zona de paseo "con un sistema que permita poder levantar el suelo sin grandes dificultades en caso de que se vuelvan a dar las condiciones meteorológicas y las averías que hicieron que el agua desbordará la calle e inundara la urbanización Santa Margarita con las graves consecuencias que todos conocemos". Una urbanización con cerca de un millar de personas que también respira más tranquila tras la solución que se está aplicando a ese problema.
En enero del año pasado el gobierno municipal ordenó romper las aceras que cubrían el río en la calle 23 de Agosto para que las avenidas de agua que inundaban calles y urbanizaciones alrededor se vertieran en el Muriago. A mediados del año pasado se aprobó una partida presupuestaria para diseñar y ejecutar un proyecto que permitiera cubrir el río con un sistema que se pudiera levantar en caso de emergencia. Pero la autorización de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico no llegaba y la ejecución del proyecto se retrasó hasta enero, momento en el que llegó esa licencia.
Serviliano González terminó señalando que es la única obra que resta para terminar con los principales problemas detectados con las inundaciones de principios de 2013. Y a esperar, porque, como dijo el concejal, "ahora ya, con lo que hemos hecho y los remates que nos quedan, solo quedará comprobar los resultados en caso de que se dan las mismas condiciones de principios del año pasado".
