San Mateo de Buelna se adentra de lleno en sus fiestas patronales este miércoles con un plato fuerte de la gastronomía y de la velocidad, caracoles que antes de pasar por la cazuela demostrarán una punta de velocidad que en cada edición atrae a mas forofos de las carreras. A las cinco de la tarde la cancha de San Mateo, cubierta para la ocasión y cuantos festejos quedan por delante, se llenará de participantes y curiosos, como ha sucedido en las anteriores ediciones, superando los tres centenares de caracoles dispuestos a llevar a sus dueños, jóvenes principalmente, a la gloria. Y de paso llevarse una tableta de Wolder donada para la ocasión para los organizadores, la peña Rebujas de San Mateo.

No habrá apuestas como en los hipódromos, los participantes no son tan rápidos como los galgos, no se batirán récords de velocidad, pero no cabe duda de que la expectación ya se nota y todos buscan el gasterópodo más rápido con el que ganar la mejor prueba de la Formula 1 de los caracoles que se celebra en Cantabria.

San Mateo de Buelna prepara por undécimo año consecutivo una carrera en la que si se batirán, como en años anteriores, récords de participación. Si en la primera edición participaron 30 caracoles el año pasado superaron los 330, hecho insólito que lleva a la organización en los últimos años a preparar varias mangas clasificatorias, con siete pistas circulares en las que nadie queda fuera, dos semifinales y una gran final sobre una pista de mayor radio con los 30 mejores participantes.

Los boxes estarán hechos de lechuga fresquita, para que el concursante se sienta cómodo y esté preparado. La carrera tendrá lugar sobre un circuito en el que se marcan dos circunferencias. Una en el centro, la de la expectación, desde la que los caracoles tomarán la salida. La otra, la meta, la del éxito, en el extremo de ese circuito, todo el bien húmedo para facilitar la carrera. Si las expectativas se cumplen, el público abarrotará la cancha cubierta. Y, como en todas las carreras, solo uno se llevará la gloria.