Se trasladará a los vecinos la contestación a las alegaciones Jueves, 25 Septiembre 2014 Se trasladará a los vecinos la contestación a las alegaciones

Tras 17 años la Corporación da luz verde al nuevo plan urbanístico

La Corporación de Los Corrales de Buelna cerró anoche uno de los más largos capítulos de su historia reciente con la aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana, un documento que contó con el apoyo explícito de los concejales del PP y PSOE, la abstención del PRC y el único voto en contra de la concejala de Izquierda Unida, Elsa Salas. Tras 17 años de tramitación el documento pasará ahora a la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo para que sea ese organismo el que ratifique definitivamente la decisión del Consistorio. Quizá no haya que esperar a que termine el año para poder hablar de un plan que multiplicará por tres las zonas verdes y el espacio destinado a educación, sanidad o deporte. De hecho, con su desarrollo se llegará a contar con más de 20 metros cuadrados de zonas verdes por vecino y otras tantas para equipamiento. Un plan que prevé una población para el año 2026 de 12.861 habitantes.

El equipo de gobierno popular puso sobre la mesa un plan que reconoció no era "su plan, no es el que nosotros hubiéramos elaborado" pero, como había adelantado el concejal de Obras e Infraestructuras, Serviliano González, se hacía necesaria su aprobación por "responsabilidad política con los vecinos del municipio".

Mucho más convencido se mostró el portavoz socialista, Roberto del Val, quien analizó los datos más significativos de un plan que "supondrá una mejora sustancial para todos los vecinos, dando paso a un diseño del pueblo más acorde con la realidad que permitirá aumentar las zonas verdes y el suelo disponible para servicios". Del Val insistió en otro efecto del nuevo plan, que "la gran mayoría de las viviendas del municipio dejarán de estar fuera de ordenación, con lo que muchos vecinos podrán hacer reformas e incluso ampliaciones en sus viviendas, algo que ahora es más que difícil". Y terminó pidiendo "valentía" para aprovechar las herramientas que el nuevo plan ofrece a los gobernantes municipales.

El portavoz regionalista en el área, Miguel Mediavilla, justificó la abstención de su grupo en la "confusión" que genera el plan, hasta tal punto que afirmó que "estamos tan confundidos que no sé si tomaremos la mejor decisión". Explicó que no votaría en contra por la necesidad de contar con un plan que garantice el desarrollo urbanístico de un pueblo con un número muy elevado de edificaciones fuera de ordenación. Pero tampoco podía votar a favor por la presencia en el documento de aspectos con los que el PRC no podía estar de acuerdo, cuestiones que generaban "muchas dudas". Incluso auguró que será un documento que no durará mucho tiempo, menos que el que ha durado su tramitación, ya que está pensado para un horizonte de 12 años.

Por último la edil de IU volvió a mostrar su completa discrepancia con un documento con el que se mostró especialmente crítica, "un engaño, una pantomima cuyo final ha sido que una vez más los poderosos se salgan con la suya". Calificó como "alarmante" la "manipulación que se ha llevado a cabo en las sucesivas comisiones, planteando algunas alegaciones ya dictaminadas una y otra vez hasta conseguir el objetivo deseado por las empresas". Y aseguró que "peor aún es el engaño a los vecinos, la desinformación intencionada, afirmando en los medios que han acotado el crecimiento y presumiendo de que ya no ha producido un convenio con Celsa que solo ha cambiado de nombre, porque a la empresa se le han concedido los cambios en las condiciones de edificabilidad que pedían en ese convenio".

Al final, los votos de PP y PSOE fueron suficientes para aprobar con la exigida mayoría absoluta un documento que marcará el futuro desarrollo urbanístico de Los Corrales, incluyendo el posible PSIR industrial, medioambiental y urbanístico del Valle de Buelna.

Pero la aprobación tendrá otras consecuencias, como destacaron ayer los concejales de todos los grupos. Una de las primeras será hacer pública la contestación a las alegaciones que presentaron decenas de vecinos hace más de cuatro años y que hasta ahora habían corrido paralelas a la tramitación del plan. Por fin podrán saber los reclamantes qué se les contestó y por qué. Y aquellos que puedan y quieran ampliar sus viviendas, la mayoría hasta ahora fuera de ordenación por un plan obsoleto aprobado en 1984, podrán hacerlo sin tener que salvar trabas burocráticas que hacían impensable modificar cualquier estructura, por pequeña que fuera la obra.

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