El gobierno socialista-regionalista de Los Corrales de Buelna ha puesto sobre la mesa su primera medida económica, rebajando las tasas e impuestos para 2016 en un 0,4%, algo que no evitará que los vecinos de la localidad terminen pagando el año próximo un 3,5% más en el recibo de la contribución debido a la subida progresiva del Impuesto de Bienes Inmuebles adoptada tras la última revisión catastral que elevó en un alto porcentaje el valor de todas las edificaciones. Por no haber frenado ese incremento del recibo, la oposición, PP e IU, votaron en contra de la reforma fiscal para 2016 propuesta por el gobierno municipal. En ese debate la alcaldesa, Josefina González, anunció que en 2017 se realizará una revisión del valor de todos los inmuebles del municipio para adaptar ese valor a la situación actual y no al que se aplica en la actualidad, adoptado antes de la crisis, con lo que la esperanza está puesta en que se revisen los valores a la baja y se pueda reducir ese impuesto.

En la presentación de la iniciativa se explicó que la modificación de las ordenanzas fiscales supondrá una rebaja general del 0,4% en tasas como la del agua, alcantarillado, cementerio, tanatorio, guardería o el uso de las piscinas municipales. Se incidió en que la modificación de la ordenanza que regula el Impuesto de Bienes Inmuebles también supondrá una rebaja del tipo de gravamen en un 3,6%, situando el coeficiente de aplicación sobre el valor catastral en un 0,53%. Como la subida progresiva de ese valor es superior al 10% para el año que viene, aún con la rebaja los vecinos pagarán un 3,5% por ciento más.

El equipo de gobierno municipal defendió su propuesta recordando, como hizo la presidente de la Comisión Especial de Cuentas, Economía, Comercio e Industria, la socialista Graciela Solís, en la importancia de la bajada global de cargas fiscales y su minimización de la subida del IBI. El portavoz regionalista, Luís Ignacio Argumosa, incidió en que el criterio del gobierno se basa en un informe del Servicio Municipal de Intervención que incluso recomendaba una subida mayor de ese impuesto para afrontar gastos que podrían lastrar las cuentas municipales el año que viene, como el abono de la paga extraordinaria a los trabajadores municipales, la mejora de servicios deficientes o un posible desembolso por el reconocimiento de un incremento de salarios a los participantes en los últimos planes de empleo. Destacó como solución la anunciada nueva revisión a la baja del valor catastral.

También lo hizo la alcaldesa, Josefina González, incidiendo en que la subida es menor que la propuesta por Intervención y en esa revisión de los valores catastrales en 2017.

Desde la oposición se criticó el no haber hecho más por mantener cuando menos, sin subidas, el pago de la contribución.

Elsa Salas, portavoz de IU, afeó al nuevo gobierno su cambio de posicionamiento de la pasada legislatura, defendiendo desde la oposición el descenso del impuesto, a la actual postura. Mayte Martínez, portavoz del PP en Economía, incidió en que se debería haber rebajado el tipo de gravamen no al 0,53%, sino al 0,51% para haber evitado esa subida de cara a 2016. Motivos por los que votaron en contra de una propuesta que salió adelante con los votos de los concejales socialistas y regionalistas.