El concejal de Obras y Urbanismo del Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna, Luis Ignacio Argumosa, ha reconocido que gran parte de las inversiones de este ejercicio se destinarán a la reparación y recuperación de edificios municipales. El que más parte del pastel se llevará será la nueva nave próxima a la Estación de Renfe, ya que la restauración de la actual se ha rechazado por los técnicos debido a las «muy malas condiciones» que presenta. «La intentamos recuperar pero la cubierta no cumplía con la normativa».
Lo que se ha hecho es un nuevo proyecto que incluye la demolición de la nave y la reconstrucción de una nueva con mejores prestaciones y más servicios, incluyendo nuevos vestuarios para el personal municipal, «modernizando las instalaciones y adecuándolas a las necesidades del personal», todo ello con un presupuesto de construcción de 250.000 euros.
Otra de las naves municipales, la que se levanta en el barrio de Penías, también necesita «urgentemente» una «importante» reparación. Como va a suceder con varios edificios públicos, se reparará toda la cubierta de esos almacenes, ahora en estado prácticamente de ruina. Ya se ha pedido permiso a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, por su proximidad al río Besaya, y se espera poder afrontar la obra cuanto antes.
También se solicitarán permisos para otras obras en antiguas escuelas del municipio. Con un presupuesto de 100.000 euros se proyectará la reparación de los tejados de las escuelas de Barros, Somahoz y San Mateo.
En su primer año de legislatura Los Corrales está viviendo lo que se podría calificar como el mandato de los edificios por recuperar. De hecho los esfuerzos del Ayuntamiento se están centrando en la rehabilitación del espacio que ocupan las antiguas escuelas, una vez se pueda solventar la demolición de las ruinas que aún afean el casco urbano, y la restauración de la piscina cubierta, cerrada desde diciembre por el mal estado de su estructura. En el primer caso el gobierno prevé una inversión de 800.000 euros para levantar uno de los dos edificios que sustituirán a las escuelas. En cuanto a la piscina cubierta, ya se sabe que el presupuesto para la reapertura no bajará de 600.000 euros. De momento los presupuestos de 2016 ya recogen una partida de 300.000 euros para posibles indemnizaciones y el Ayuntamiento ha dejado parte del superávit de 2015 para afrontar las obras que requiere ese complejo.
Pero no son sus únicas preocupaciones con respecto a viejos edificios. A lo largo de este año ha tenido que cerrar otro, los vestuarios y oficinas del campo de fútbol del Estadio Municipal de Deportes, por riesgo de derrumbe de su estructura. Y en sus cuentas anuales ha tenido que destinar una buena parte de sus inversiones a levantar nuevas naves o arreglar otros inmuebles públicos.
