Alfonso Riaño en una de sus últimas donaciones en Los Corrales Martes, 10 Julio 2018 Alfonso Riaño en una de sus últimas donaciones en Los Corrales

"Tengo la esperanza de haber posido salvar unas cuantas vidas"

Alfonso Riaño no entiende la vida sin gestos altruistas que mejoren la existencia de los demás, especialmente de los más cercanos. Sobre todo desde que cumplió 20 años y la vida de una tía suya dependió de la donación de sangre de sus familiares. Han pasado 50 años y Alfonso, vecino de Coo (Los Corrales de Buelna), se ha convertido en uno de los donantes de sangre más prolífico de Cantabria, firmando con alegría 170 citas con la aguja. Un número redondo que ha sido el último, para su pesar. Acaba de cumplir 70 años y ese es el límite que se marca a los donantes, así que "con mucha tristeza tengo que apearme de este sueño que he vivido tantos años, con la esperanza de haber podido salvar unas cuantas vidas". "Tengo que auto convencerme de que esto se ha acabado, porque lo que hacemos, y desde luego lo recomiendo, es muy reconfortante".

Alfonso Riaño no se había planteado para nada las donaciones hasta que con 20 años y recién nacido su hijo la familia tuvo que acudir en ayuda de un familiar en Coo, una tía, que sufría un cáncer. El hecho le afectó sobre manera y en ese momento tomó la decisión de ser donante. Su compromiso firme nació con la Hermandad, en 1978, 40 años ininterrumpidos.

Desde ese momento ha realizado 170 donaciones, o lo que es lo mismo más de 70 litros de sangre "con lo que digo yo que alguna vida habré salvado", señala sonriente mientras la enfermera le coloca la última aguja para realizar una nueva aportación. No cambia el gesto. Asegura que está acostumbrado pero sobre todo habla de la "profesionalidad" del personal de la hermandad. "No me entero, las chicas son fabulosas y en seguida me encuentran la vena", pero también reconoce que "siempre es mejor no mirar, aunque no me da miedo". Mientras el médico asiente, y asegura que "encontrarían la vena en medio de un apagón, si fuera necesario".

Hace ya años, siendo Jaime del Barrio consejero de Sanidad se le impuso la condecoración de Gran Donante, coincidiendo con sus 75 aportaciones. En su 'jubilación' supera con creces el doble. No habrá más reconocimientos públicos, pero la verdad es que le da igual, lo que de verdad le importa es "salvar vidas, ese es el mayor regalo, la mejor medalla".

Desde que cumplió 66 años ha tenido que pedir un informe médico antes de donar, pero no ha sido ningún impedimento, no ha faltado a su cita nunca. Mayores inconvenientes que un mero informe médico los tuvo al principio, cuando tenía que pedir permisos en la fábrica para desplazarse a Santander y hacer, tres primero y después cuatro donaciones al año. También las ha hacho en las visitas de la hermandad a Los Corrales de Buelna.

Recomienda un buen desayuno antes de ir a donar, nunca en ayudas, y "aunque el médico de la hermandad te lo pregunta antes, tener claro que medicamentos se toman y porqué". También hay que llevar "bien la tensión" y "aprovechar el bocadillo" que te ofrecen tras la extracción.

Proporcionalmente Los Corrales de Buelna es una de las zonas en las que más donaciones se producen. En cada visita a Los Corrales de Buelna son cerca de 170, otras 60 en la planta Nissan y 40 de media en San Felices de Buelna. Y no hay sorpresas. Mayoritariamente la sangre es del tipo 0+ y A+, lo más frecuente en Cantabria.

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