El edificio que albergará la futura bolera de Los Corrales de Buelna entra en una nueva fase con la colocación de grandes vigas que soportarán las cubierta de un complejo que irá más allá de su función deportiva. Además de acoger entrenamientos y competición de las peñas y escuelas del entorno, podrá albergar acontecimientos culturales y sociales en los amplios espacios que ya se vislumbran en la gran instalación que completará el estadio municipal de deportes corraliego.

Muchas son las personas que se han pasado a ver la colocación de vigas que alcanzan en algunos casos los 25 metros de largo y cerca de dos metros de altura una vez colocadas. Tanto es así que los transportes especiales que las han llevado a Los Corrales de Buelna han tenido que ser escoltados por la Policía Local para llegar a su destino.

El alcalde, Luis Ignacio Argumosa, alababa un "espacio multiusos que albergará bolos y otras actividades deportivas, culturales o sociales y al que se le va a poder dar mucho juego". El concejal de Deportes y Festejos, Javier Conde, se mostraba "ilusionado" con el futuro de esa instalación y "más que satisfecho" con la marcha de las obras, iniciadas tras el confinamiento. Lo mismo decía de la instalación de las grandes vigas que sustentarán la cubierta, "fase que terminará de dar forma a este bonito y deseado edificio deportivo".

También espera que la tramitación que resta no retrase los planes de apertura de la bolera este verano. De momento el Ayuntamiento prepara ya la licitación de la segunda fase de construcción de esa bolera cubierta que se levanta al norte del complejo municipal deportivo, una licitación que en los dos primeros intentos ha quedado desierta, por lo que se han variado las condiciones y se ha mejorado la oferta económica para hacer más atractiva la propuesta a las empresas. El proyecto saldrá a licitación con un presupuesto cercano a los 300.000 euros y un plazo de ejecución de cinco meses, que coincide con el tiempo dado en principio para el término de la obra al completo.

Este segundo lote se ciñe a trabajos de impermeabilización del edificio ya en marcha, división de los interiores, la instalación de servicios y carpintería y el remate de las actuaciones que se acometen en la actualidad.

El proyecto fue adjudicado en diciembre de 2019 a la UTE Gicsa-Iguar por 581.700 euros, una obra que comenzó el pasado mes de mayo con un plazo de ejecución de 15 meses que, según los primeros avances de la obra, podría reducirse significativamente.

Son 1.200 metros cuadrados en los que además de la bolera se abrirán salas comunes, polivalentes, aseos, vestuarios y una amplia galería al sur. El futuro edificio combinará en su fachada exterior hormigón visto y madera y contará con un graderío fijo y otro retráctil, que permitirá destinar las instalaciones a otras funciones y actividades.