Los 52 niños que nacieron el año pasado en Los Corrales de Buelna lo hicieron con un carné de la biblioteca municipal bajo el brazo. A falta de pan, el Ayuntamiento sigue apoyando el plan de la biblioteca de incentivar la lectura desde la más tierna infancia, entregando a los padres de los recién llegados una canastilla que contiene un libro de tela y el carné de socio de la Biblioteca Municipal 'Guillermo Arce'. Como en el resto de España, cada vez nacen menos niños, pero en Los Corrales vienen a este mundo engrosando desde el primer día las filas de un servicio público que ya cuenta con cerca de un millar de socios infantiles. Sumados a los más de 3.000 socios adultos, la biblioteca disfruta de cerca de 4.000 seguidores activos, un número nada despreciable en una población de 11.000 habitantes.
Ayuntamiento y biblioteca municipal aúnan esfuerzos desde hace cuatro años para atraer a lectores incipientes y comprometer a los padres a sentar las bases del amor por la lectura en cada casa. Con la colaboración imprescindible del Registro Civil y el censo municipal, más de un centenar de familias han recibido ya ese presente. Algunas eran o ya son asiduas a la biblioteca. Otras no tanto, pero certifican su intención de redimirse.
Es una de las muchas y premiadas ideas que aplica la biblioteca en su periplo diario por sumar nuevos socios, posibles usuarios de cerca de 20.000 volúmenes, medio centenar de revistas, periódicos y material audiovisual además de informático. Todo un lujo al alcance de cualquiera con la llave adecuada, un carné que desde esta semana tienen ya muchos de los nacidos el año pasado. No todos, porque el resto de canastillas se entregarán coincidiendo con el Día del Libro. Es una forma de escalonar las entregas sin acumular demasiadas personas en la biblioteca, lugar donde tuvo lugar este martes el reparto de los regalos para los nacidos en el primer semestre de 2020.
Allí estuvieron el alcalde, Luis Ignacio Argumosa, y la concejala de Educación, Cultura y Ciudadanía, María Ángeles Lombilla. El primero resaltó lo que calificó como una "iniciativa destacable", la decisión de "acercar la biblioteca a los recién nacidos con todo lo que conlleva, animando a los padres a que la lectura se convierta en algo habitual en la vida de las personas".
La concejala incidió en esa "necesidad" de "llevar a todos el 'vicio' de la lectura" en un contexto, dijo, "en el que si un adulto lee, lo más probable es que su hijo lea también".
Ana Ara, la responsable de la biblioteca, agradeció el apoyo que todas las corporaciones municipales han dado a ese proyecto, un intento, dijo de "proyectar la importancia de escuchar historias, de reivindicar la necesidad de contar cuentos, de cantar, jugar, compartir cuentos con los niños". "Nos sigue encantando este proyecto, porque estamos convencidos de que nunca es demasiado pronto para introducir los cuentos y los libros en la vida de los pequeños". Se dirigió a las familias esperando "que cuenten muchos cuentos a sus hijos e hijas, y hagan uso de nuestra biblioteca si no lo hacían ya".
Desde la presentación del proyecto, hace cuatro años, recuerda que captar lectores para el futuro es un arte armado de paciencia, una "lluvia fina" que debe ir calando desde el primer día.
