El martes 24 de abril se cumplirán 15 años del asesinato de un vecino de Los Corrales de Buelna a manos de la banda terrorista ETA, Luís Andrés Samperio Sañudo. Desde aquel momento su hermano, Joaquín Samperio, entonces concejal en el Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna, se convirtió en un referente al que acudir cuando se quería una opinión contrastada sobre lo que pasaba en España. Hoy recuerda aquellos días aún desde el dolor, intentando, como hacía entonces, no pronunciar las siglas bajo las que se segó la vida de su hermano, inspector de la Policía Nacional en Bilbao, donde encontró la muerte.

¿Qué ha cambiado en el recuerdo de la familia en estos 15 años?

Buenos, siempre son malas fechas, recuerdas unos días realmente muy amargos, trágicos en la vida de nuestra familia, y si bien el tiempo te ayuda a mitigar el dolor, siempre está presente, sentimientos que siempre te van a acompañar. En realidad cambian pocas cosas.

¿Volvéis la cara hacia el monumento a Luís Andrés en el Estadio Municipal de Deportes?

La mirada la vuelves siempre, lo tienes siempre en la cabeza. Te acuerdas más por ser estas fechas, pero el hecho lo tienes ahí. Cuando pasas por la puerta del estadio, por el monumento, lo recuerdas y te llena de orgullo el saber que es la representación del homenaje de todo un pueblo, de tu pueblo. Luego está la parte humana, la de que fue tu hermano el hijo de mis padres, una parte que nadie nos puede quitar del sentimiento privado.

Estos días son días de orgullo, de cariño y recuerdo ¿no?

Por supuesto, hay mucha gente que está ahí y no es que te lo recuerde pero sabes que no olvida, gente que luchó por el homenaje, que recuerda el momento, como hacéis vosotros. Nos llena de alegría, nos hace sentir mejor saber que no se olvida. Los amigos no te lo recuerdan porque no quieren que sufras, pero sabes que están a tu lado y recuerdan a mi hermano. Sabemos que está presente en la sociedad y eso nos hace mucho bien.

¿Alguna muestra especial?

Muchas, personales e institucionales. En realidad cualquier detalle nos vale para volver a sentir ese apoyo. Por ejemplo, hace un mes el Ayuntamiento ha colocado un foco de iluminación directo al monumento y para nosotros ha sido un motivo de alegría, un punto de luz que mantiene viva la llama y el recuerdo y a la familia nos ayuda a superar aquello.

¿La familia cómo lo lleva?

Bien, la familia viene a Los Corrales de Buelna a ver a mis padres, a nosotros, mantenemos un contacto muy estrecho con la mujer de mi hermano y sus hijas. La familia está bien, con ánimo y agradecida siempre.

¿Y en España, qué ha cambiado tras el último anuncio de ETA?

La cosa va mejor porque llevamos mucho tiempo sin que nadie muera y eso es un gran adelanto. El que no haya ninguna familia que pase por ese trance y que no haya ninguna persona que por cumplir con su deber sufra, es muy importante. Eso ya es algo maravilloso. Queda camino, erradicar por completo esa lacra, pero es algo que creo será muy difícil por distintas cuestiones. De todas formas está claro que la debilidad de la banda ha sido su propio fin, no tanto por otras cosas y si por su debilidad. Pero están ahí y aun queda el trabajo de acabar con ellos.

¿La política siempre por medio?

Siempre ha sido así, pasó entonces, después y ahora, la política siempre ha estado en medio y el terrorismo siempre ha estado politizado. Ahora el debate es acercar los presos a las cárceles vascas y cada político dice una cosa, se busca la rentabilidad política incluso el chantaje, claro que con la grandísima diferencia de que no hay víctimas. Siempre ha estado ahí, incluso la vergüenza política de algunos.

¿Cuando pasas por Bilbao sientes alguna sensación extraña?

Paso por motivos de trabajo y personales y si, te da a veces un pequeño vuelco el corazón. Nada más, no va más allá.

¿Sigue vivo el sentimiento de miedo, ahora que tanto se habla de retirar las escoltas?

Habrá gente que sienta miedo y gente que no. Aunque te da cierta tranquilidad saber que hace tiempo que no hay atentados. Pero si yo estuviera allí se que aún tendría algo de miedo. No olvidemos que la banda no se ha disuelto y que hay gente que les apoya. Es lógico tener aún miedo. Nunca se sabe lo que pasará mañana.

¿Algún recuerdo muy concreto de aquellos días?

Dos cosas, la pérdida de mi hermano, por supuesto, y el apoyo absoluto de un pueblo ayudando, acompañando a mi familia. Con el paso del tiempo lo analizas en frío y te das cuenta de cuanto nos ayudó aquel apoyo.

¿Alguna persona especial?

Muchas, no quisiera olvidar a nadie, ni conocidos ni anónimos. Cualquier persona que nos dio una palmada, la mano, están en mi recuerdo, en el de mi familia, imborrable. También los telegramas, las cartas, los homenajes en el extranjero como el de la Policía de Nueva York, todo cabe en nuestra memoria.

¿Y algún recuerdo a olvidar?

Pocos, pero lo resumo en la gente que se alegró de lo de mi hermano, no los que aprietan el gatillo, los que les ayudan y jalean.

¿Qué te contó Ortega Lara cuándo vino a veros a Los Corrales de Buelna?

Nada especial. Nos une una buena amistad a partir de que el mismo operativo que le liberó fue el que detuvo a los asesinos de mi hermano. Hablábamos de muchas cosas, nos ayudábamos a sobreponernos porque cuando te encuentras con personas que han pasado lo mismo que tú te entiendes a otro nivel, muy profundo.

¿Cuantos contactos has tenido de este tipo?

Muchos, muchísimos, el último hace muy poco en Los Corrales de Buelna, no ha pasado ni un mes. Pero ahí queda.

15 años después ¿queda algo por decir?

Quizá, no lo sé. Lo que tenemos claro es que seguimos dando las gracias, resaltando el reconocimiento de toda la gente que nos acompañó, al Ayuntamiento por hacer posible el homenaje a mi hermano y a través de el a todas las víctimas a un sistema de Derecho que es lo que todos queremos. En el estadio, en el monumento veo un homenaje a los mil muertos por el terrorismo. Pero sobre todo, pido a la gente que no olvide lo que hemos pasado, aunque ahora no haya atentados, no podemos olvidar, es algo que tenemos que tener en la memoria y pensar que todo lo bueno que tenemos no se puede echar a bajo con disputas políticas tontas, por olvidar lo mucho que ha costado tener lo que ahora tenemos.

(El audio de la entrevista disponible en este enlace)