La gran Maya ya preside la plaza de Santiago Apóstol del pueblo de Silió, en el término municipal de Molledo. Más de 30 metros la contemplan, erguida aunque vencida por la fuerza de los jóvenes vecinos del pueblo, que dejaron patente un año más su interés por no dejar que se olviden las tradiciones ancestrales de la villa. Lo volvieron a hacer con la puesta en escena de una vieja usanza, el Izado de la Maya. Con más esfuerzo que en otras ocasiones por la presencia de un invitado tan especial como poco habitual, el calor, lograron poner en pie, a golpe de riñón, dos robles unidos que juntos alcanzaron más de 30 metros de altura. A ratos empujando, a ratos preparando los andamios de madera, a ratos tensando las cuerdas, todo a golpe de brazo, poco a poco la mejor Maya de los últimos tiempos, según los entendidos, fue levantándose. Al final el hombre se impuso y el gran tronco ya ejerce de mástil en la plaza principal del pueblo.
Es una fiesta en la que participan todos los habitantes del pueblo aunque son unos 50 jóvenes los que levantan la Maya a pulso. Y como siempre, la plaza de Santiago congregó, dentro de las fiestas locales en honor al Patrón de España, a cientos de personas que, asombrados, comprobaron como los jóvenes del pueblo levantaban, utilizando mecanismos tradicionales y la fuerza de sus brazos, la Maya y la Añadición, los dos mejores troncos de roble del monte Canales, cortados hace apenas una semana y unidos para la ocasión. Los más veteranos, entre ellos el Tin, carpintero oficial de la Maya, dirigieron las operaciones, mandando tensar las cuerdas, adelantar las horcas que alzaban los troncos, parar y volver a arrancar. Antes se habían ocupado, con la ayuda y consejo de los mayores, de preparar las cuerdas y poleas que ayudaron a los mozos en el esfuerzo de poner en pie la Maya.
Algo más de hora y media fue necesaria para poner en pie un símbolo que preside ya la plaza de Santiago, y así lo hará durante buena parte del verano. Los aplausos y cohetes pusieron punto final a una tradición que recuerda la actividad maderera y religiosa de la zona hace siglos. En las caras de los esforzados jóvenes cansancio y satisfacción, caras reconocibles para los muchos cántabros que cada primer domingo del año vuelven a Silió, para disfrutar de otra tradición aún más antigua, quizá, La Vijanera. Y caras conocidas como la de la secretaria general del PSC-PSOE, Rosa Eva Diaz Tezanos, una ‘fija’ de la Maya.
Y toda apuesta por las tradiciones tiene su anécdota. Este año fue la necesaria presencia de una motosierra para rebajar la base de la Maya y poder encajarla en el entramado metálico que facilita su levantamiento y, finalmente, encaja el tronco para evitar que se venga abajo. Además, la Maya estará vigilada de cerca por el monumento al Zarramaco que recuerda La Vijanera y que también preside la plaza del pueblo.
