El Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna ha iniciado la última fase del largo proceso de regularización de las parcelas municipales con vivienda, logrando que tres de esas parcelas hayan pasado a propiedad de los usuarios tras la actualización de toda la documentación y el depósito de una pequeña indemnización económica ajustada por los servicios técnicos municipales, según explicó la alcaldesa, Mercedes Toribio Ruiz.
Es un paso, dijo, dentro del objetivo general que no es otro sino conseguir que todas las edificaciones sobre parcela municipal que constituyan vivienda habitual de la familia usuaria pasen a nombre de esa familia como propiedad "para darles la tranquilidad de que la casa es suya y que no sufran el temor de poder perderlo todo en cualquier momento". Ese es el objetivo "y en ello se sigue trabajando", afirmó.
La complejidad del proceso parte de la situación actual de terrenos que en algunos casos han cambiado de dueño, en otros pocos se han abandonado y en muchos están sin identificar correctamente. En total son 537 parcelas municipales de las que 130 cuentan con una edificación más o menos calificable como vivienda, con lo que el problema puede afectar a cerca de un centenar de familias.
Mercedes Toribio Ruiz explicó que en el Ayuntamiento llevan años trabajando sobre un problema "complicado" que "por suerte no ha tenido la gravedad de otros municipios, porque aquí los vecinos tiene claro que esos terrenos no han dejado nunca de ser parcelas municipales", terrenos que hace casi un siglo fueron cedidos para complementar la precaria economía familiar o como recurso de subsistencia. Con el tiempo aquellas parcelas se convirtieron en lugar de residencia en muchos casos y de ocio en otros. Incluso hay algunas totalmente abandonadas que hay que identificar de nuevo para recuperarlas como patrimonio municipal, dijo.
Ahora el trabajo se centra en detallar todos los pormenores de cada parcela, desde la titularidad a la expansión y localización exacta, quiénes pagan canon, cuáles tienen vivienda o el destino actual de esos terrenos.
Pero en el camino además han aparecido intereses contrapuestos. Por un lado el de los poseedores, para lograr la propiedad de los terrenos y la vivienda. Por otro el de los ganaderos por descatalogar la menor cantidad posible de superficie rústica, porque con ello se pierden derechos para el reparto de pastos.
Con todo, por fin se ha logrado que tres parcelas con vivienda hayan pasado a propiedad de los usuarios, "y se ha conseguido porque era zona rústica fuera de monte público, con lo que hemos podido hacer directamente sin otros organismos". "Se han solucionado todos los problemas que confluían en su tramitación y esperamos que sea solo el precedente de una solución que se extienda a todos los casos", terminó.
