(Resumen de la intervención de Revilla en San Felices)
Hasta viseras para niños firmó Miguel Ángel Revilla en su visita a San Felices de Buelna, la primera que hace a un municipio de Cantabria desde su investidura, un pueblo que siempre, y son muchas las veces que lo visita, le recibe en olor de multitudes, rodeando a su alcalde, José Antonio González Linares, amigo y correligionario del presidente.
Revilla aprovechó un aforo rendido de antemano para recordar sus líneas maestras de gobierno (mejora del sector industrial y medidas para evitar la "emergencia social" que "sufren muchas capas de la sociedad cántabra"), pero también se comprometió con hallar una solución para una empresa de San Felices de Buelna en horas difíciles, Fundiciones Greyco, y con la apertura de la residencia para mayores de Tarriba, cerrada pese a llevar cuatro años acabada.
Miguel Ángel Revilla estrenó su agenda cumpliendo con algo que se convertido en tradición en los inicios de las últimas legislaturas, comenzar la presidencia de la Comunidad Autónoma visitando el municipio de José Antonio González Linares, uno de los municipios donde más votos cosecha el PRC. Revilla ya lo hizo hace ocho años, agradeciendo, como ahora, los muchos votos recibidos por los sanfeliceños en las últimas elecciones municipales y autonómicas. Pero también lo hizo hace cuatro años Ignacio Diego, antes incluso de ser investido como presidente de Cantabria, una visita que desató todo tipo de rumores sobre el futuro político de González Linares.
Cuatro años más tarde el alcalde de San Felices de Buelna sigue fiel a las filas regionalistas, como quedó demostrado ayer en la visita de su principal adalid, Miguel Ángel Revilla, un hombre que se siente querido en el pueblo de su amigo, como atestiguaron los muchos vecinos que quisieron hacerse fotos con el presidente, que le pidieron que firmara sus libros (incluso viseras) y que llenaron el salón de plenos donde presidente y alcalde pusieron sobre la mesa su amistad y sus compromisos de futuro.
Entre los muchos vecinos estaba una amplia representación de los trabajadores de Fundiciones Greyco, más para agradecer el apoyo de Revilla en su complicado proceso que para otra cosa, porque como recordó el presidente este miércoles les recibirá el nuevo consejero de Industria, Francisco Martín, y él mismo la semana que viene. El presidente adelantó que intentará "por todos los medios" que Greyco reabra sus puertas, "con nuevos dueños o como sea, porque no podemos tirar por la borda la experiencia de una gente que sabe lo que hace, que están cualificados y que un desaprensivo empresario tenga la empresa cerrada". Un mensaje que extendió a otras empresas en dificultades, como Sniace, Nestor Martin o la Bosch.
Entre los temas abordados, Revilla y Linares coincidieron en la necesidad de abrir la residencia para mayores de San Felices de Buelna, terminada hace cuatro años y aún por abrir, a falta de un acuerdo sobre camas concertadas que no llegó durante la pasada legislatura, según recordó el alcalde. Revilla declaró que es un "despilfarro" que permanezca cerrada habiendo personas que demandan ese servicio, un centro "maravilloso" que ha supuesto una inversión privada superior a los cinco millones de euros que es "más un hotel que un asilo. Afirmó que "lo que tenemos que hacer los poderes públicos es dar el apoyo y la concertación de camas que prevé la ley".
José Antonio González Linares lo dejó muy claro, confía plenamente en su presidente para abrir una residencia que se ha convertido en su caballo de batalla personal y que, como ha reconocido en muchas ocasiones, ha sido el motivo por el que se ha presentado a las últimas elecciones.
Tras su comparecencia ante los vecinos, ambos hicieron un aparte para visitar esa residencia, firmando sobre el terreno el compromiso de su apertura.
No quedó ahí la cosa. El alcalde aprovechó la visita y le pidió también la ampliación del colegio público de San Felices de Buelna. "Crecemos y cada vez tenemos más niños, una buena noticia que plantea una necesidad, ampliar las instalaciones educativas".
