El alcalde de San Felices de Buelna, José Antonio González Linares, expresó ayer su satisfacción por el ritmo que llevan las obras de construcción de la residencia para mayores de Tarriba y avanzó que se espera su puesta en servicio en la primavera del año que viene. Esa es también la intención de la empresa que lidera el proyecto, Ballesol, que quiere tener en abril o mayo de 2012 el servicio a pleno rendimiento, un proyecto "modélico" que se convertirá en la imagen de esa empresa en Cantabria, como puerta de entrada a otros proyectos, según señaló González Linares, tan contento con el ritmo de las obras como con la elección de la empresa que gestionará esa residencia. De momento, las obras las ejecuta la UTE Núcleo-Arruti, con un presupuesto superior a los 3,7 millones de euros y un plazo de ejecución de 15 meses que finaliza el próximo verano, aunque se cuenta con adelantar ese final. A partir de ahí, será la empresa Ballesol la que gestione durante los próximos 50 años una residencia con capacidad para 80 plazas y que dará empleo a 45 personas. El centro, que se ubicará en la gran finca pública de Tarriba, contará con la colaboración del Gobierno regional en la concertación de las plazas. En una de sus visitas a San Felices de Buelna, la presidenta del Grupo Ballesol, Dolores Soler, dejó clara su intención de que la residencia de Tarriba sea una de las mejores de Cantabria. Para ello se han cuidado especialmente dos aspectos, el arquitectónico y el funcional. El edifico se estructura en dos plantas y tendrá 40 habitaciones individuales y 20 dobles. Se levanta en una parcela de 4.900 metros cuadrados cedida por el Ayuntamiento de San Felices de Buelna y ocupa una superficie total construida de 3.045 metros, 1.500 por planta, ni uno solo de barrera arquitectónica. Además dispondrá de una sala de estar de 150 metros cuadrados y un comedor de 100, ambos unificados y sin ningún tipo de barrera entre ellos, enfermería, farmacia, cocina y un servicio general de administración, capilla e incluso velatorios. El objetivo es integrar completamente el edificio en el entorno en el que se encuentra. Para ello, según el arquitecto, Óscar del Val, se parte de una fachada de piedra, con cubierta de teja cerámica. Se aprovechará la iluminación natural en la medida de lo posible y será un ejemplo de sostenibilidad, ya que está dotado con placas solares que servirán para proveer de agua sanitaria a una gran parte de las habitaciones y con un aljibe que recogerá el agua de lluvia para su aprovechamiento.