Interior de la nueva piscina climatizada de Los Corrales Miércoles, 07 Febrero 2018 Interior de la nueva piscina climatizada de Los Corrales

Los Corrales trabaja en sellar filtraciones en el nuevo techo de la piscina climatizada

La piscina climatizada de Los Corrales de Buelna ha cumplido los primeros 100 días desde su reconstrucción con muy buenos datos de asociados y servicios. Pero eso no ha evitado que durante ese tiempo se siga luchando contra las condensaciones en el nuevo techo, con las consiguientes goteras. La concejal de IU, Elsa Salas, ha trasladado la queja al gobierno municipal y el concejal de Obras y Urbanismo, Luis Ignacio Argumosa Abascal, ha reconocido que se trabaja para poner fin a esa situación. La empresa Siec ha estudiado el porqué de las nuevas condensaciones y ya se está trabajando, sellando algunas láminas del techo. De momento ha dado buen resultado, con lo que se sellará el resto de los lugares donde se ha detectado el problema.

También se ha trabajado en los tiempos de ventilación y climatización del interior para determinar su repercusión. De todas formas todo apunta, según el concejal, a que quedará solventado en poco tiempo. Incluso avanzó que la próxima renovación de la titularidad del servicio, prevista para este mismo año, también prevé otras mejoras.

Por lo demás, el interés de los usuarios por la instalación ha quedado demostrado por la captación de socios, cerca ya de 1.800 usuarios en apenas tres meses.

El complejo original tuvo que ser derruido por deficiencias en la estructura y se levantó un nuevo edificio a lo largo de 2017. Después de dos años cerrada, la empresa adjudicataria del servicio prácticamente ha recuperado (en apenas 100 días) el número de usuarios que tenía en el momento del cierre (en diciembre de 2015), más de 1.800 personas. Datos que espera superar en los próximos meses.

Cada día 16 personas acuden a su trabajo en la instalación, desde la directora, María Tresgallo, a los técnicos de sala o piscina, personal de atención comercial, mantenimiento o limpieza.

A falta de algunos remates el edificio ofrece una imagen completamente distinta. Prácticamente lo único que no ha cambiado son los vasos de la piscina y el spa en un edificio que ha optado por líneas rectas en vez de las curvas da la derruida instalación. El cambio interior más notable es el del gimnasio, que ha pasado a tener 360 metros cuadrados, frente a los 240 anteriores.

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