Los Corrales de Buelna afrontará desde el próximo lunes 25 de marzo la cuarta obra de la legislatura relacionada con puentes. Tras la construcción de los nuevos puentes de Coo y Barros, pagados por las arcas municipales, llegó la inversión de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda para levantar el nuevo puente Renero, que una vez abierto ha permitido poner en marcha el refuerzo del viejo y peligroso puente de San Andrés, paso obligado mientras estuvo cerrado el del Matadero.
La alcaldesa de Los Corrales de Buelna, Josefina González, explicó ayer que las obras obligarán a cortar ese puente durante los dos meses previstos para la ejecución completa del proyecto, del 25 de abril al 25 de mayo. Como alternativas para acceder al barrio de San Andrés o a servicios como el Tanatorio Municipal y el Punto Limpio se recomendará la conocida como M30 aprovechando el nuevo puente Renero. Así se podrá acceder a la zona norte del barrio. A la zona sur se llegará por el puente de Somahoz, pudiendo aprovechar para los vehículos el amplio aparcamiento junto a las instalaciones deportivas. Los peatones no tendrán problema, porque se mantendrá abierta la pasarela instalada en septiembre del año pasado.
El concejal de Obras y Urbanismo, Luis Ignacio Argumosa Abascal, explicó que el proyecto salió a licitación por 60.000 euros y se ha adjudicado por 49.900 a la empresa Cuevas Gestión de Obras, que ya afrontó la construcción del puente de Coo, inaugurado en julio de 2017. En diciembre de ese mismo año se abrió el puente sobre el río Mortera en Barros y ahora se ampliará el viejo, estrecho y deteriorado puente de San Andrés. Los tres han supuesto una inversión próxima a los 200.000 euros, a los que hay que sumar la construcción del puente Renero, 1,8 millones de euros para una estructura que se abría al paso de peatones y al tráfico en febrero de este año.
La plataforma de San Andrés, conocida como puente de Bandebarreda, tiene cerca de un siglo y en más de una ocasión ha tenido que ser reforzada para la ejecución de obras como el reciente asfaltado del barrio. Según la memoria justificativa del proyecto, los muros de mampostería de la actual estructura presentan deficiencias debidas a los arrastres provocados por el propio cauce del rio Redondo (principalmente en el estribo norte) y fisuras y desconchones en la parte inferior de la losa y vigas prefabricadas. Por otra parte la barandilla del puente no cumple la normativa de seguridad, y además se encuentra en mal estado de conservación.
