El Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna ha dado siete días a la empresa constructora de una céntrica urbanización para que acabe con los problemas de mantenimiento, seguridad y salubridad que ha provocado la paralización de las obras. El conflicto se ha agudizado al fallar las bombas de achique del agua que se filtra en la finca de La Lo, donde se construye esa urbanización. En toda una zona ha quedado el agua estancada, convirtiéndose en un nido de mosquitos que acampan por las viviendas y negocios de las calles próximas. Vecinos y comerciantes se dirigieron al Ayuntamiento y este ha emitido un bando con fecha del pasado viernes exigiendo a los propietarios de la urbanización que pongan en marcha las bombas de agua, mejoren el mantenimiento y garanticen la seguridad, dando un plazo que finalizará el próximo viernes. A partir de ahí, si no se da una respuesta adecuada, se abrirá un expediente sancionador, según adelantó el concejal de Obras e Infraestructuras, Serviliano González (PP). Explicó que todo apunta a que la empresa constructora ha cambiado de propietarios y eso podría haber provocado el que, en los seis meses que llevan las obras paradas, no se hayan llevado a cabo las tareas de mantenimiento adecuadas. Eso habría motivado el fallo en el sistema de bombeo y, a partir de ahí, el estancamiento del agua en algunas zonas y el aumento de nivel en otras, por ejemplo en los bajos de la estructura del único edificio construido hasta el momento. Se espera que esta semana la empresa ponga fin al problema.

Los vecinos están cansados, se quejan de que tienen que emplear mucho tiempo todos los días en limpiar los mosquitos que se cuelan por todas partes. Vecinos de Authi, Matías Montero o Avenida Cantabria están cansados de los mosquitos, del riesgo de que algún niño acabe cayendo al agua estancada o los cimientos de la urbanización o de los excrementos de los pájaros que se posan en las grúas paradas. Y los comerciantes, además, se quejan de la suciedad, del mal olor en ocasiones y del ‘pegote’ que queda en medio del pueblo sin que las obras avancen. Y es que en el centro de Los Corrales de Buelna hay algo así como una Zona Cero, un gran agujero ahora repleto de agua sobre el que se levanta una estructura que no acaba de avanzar. Eso si, los primeros inquilinos ya han llegado. Además de los mosquitos, ranas e incluso algunos patos.