La Consejería de Sanidad del Gobierno de Cantabria pondrá en marcha este lunes la Campaña de Vacunación Antigripal, dirigida a mayores de 60 años,  personas con determinadas enfermedades crónicas y obesidad morbida y mujeres embarazadas, los grupos considerados de riesgo.

La vicepresidenta y consejera de Sanidad y Servicios Sociales, María José Sáenz de Buruaga, y el director general de Salud Pública, José Francisco Díaz, han presentado la campaña de este año, que tiene como objetivo aumentar la cobertura del 2010, en el que se registró un importante descenso de la vacunación respecto a 2009, y aumentar la participación de los trabajadores sanitarios.

Para esta campaña, que comenzará el 26 de septiembre y finalizará dos meses después, el 26 de noviembre, el Gobierno de Cantabria ha adquirido 115.500 dosis, en las que ha invertido 486.486 euros.

Para la administración de la vacuna, que es universal y gratuita, solo hay que acudir al centro de salud, con cita previa.

Importancia de la vacunación

La consejera de Sanidad y Servicios Sociales ha animado a vacunarse contra la gripe a todas las personas incluidas en los grupos de riesgo, dado que  la gripe constituye un importante problema de salud pública por su elevada morbilidad y mortalidad asociada y por los costes económicos que ocasiona.

Así, deben vacunarse los mayores de 60 años, las personas con enfermedades cardiacas o pulmonares, que afectan a la  musculatura respiratoria, con insuficiencia renal o hepática, diabetes, VIH e inmunodeficiencias o enfermedades oncohematológicas.

Desde la campaña de otoño de 2010, también están incluidas entre los grupos de riesgo las mujeres en el primer trimestre de embarazo y personas con obesidad morbida.

También se aconseja la vacunación a los trabajadores sanitarios y las personas que prestan servicios públicos esenciales.

Objetivo para 2011

La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales se ha marcado como objetivo para este año incrementar la participación del personal de los centros sanitarios.

Durante la pasada campaña, la cobertura en este colectivo se situó en el 27,3 por ciento, por debajo del umbral del 40 por ciento que, según la Organización Mundial de la Salud, evita  la diseminación del virus de la gripe entre los pacientes de riesgo a partir de los propios trabajadores sanitarios.

Por este motivo, la Dirección General de Salud Pública ha enviado a cada trabajador del sistema sanitario público una carta explicándole que es necesario que se vacune para proteger a sus pacientes de riesgo, además de organizar actividades formativas en los centros de salud y hospitales.

Como novedad este año, se suministrarán 5.000 pegatinas para que el personal de los centros sanitarios que se haya vacunado se la pegue en la solapa.

Esta pegatina será de uso voluntario y servirá para acreditar ante los pacientes y el resto del personal quién se ha vacunado, con el  objetivo de transmitir ante los compañeros más reacios la necesidad de hacerlo.

Para potenciar la vacunación entre todos los grupos de riesgo, se han editado carteles divulgativos anunciando la campaña en todos los centros de salud, consultorios y hospitales.

A los mayores de 60 años, se les ha enviado una carta personal de la consejera de Sanidad explicando la necesidad de vacunarse contra la gripe, el neumococo y el tétanos.

Aunque para la mayoría de las personas la gripe es una enfermedad benigna estacional que produce síntomas leves, entre los grupos de riesgo puede complicarse con otras enfermedades bacterianas, como neumonía, y producir, incluso, la muerte.

La vacunación debe realizarse anualmente, porque la inmunidad es de corta duración y los virus de la gripe tienen una gran capacidad de mutación, de cambiar de estructura de un año a otro.

La vacuna es segura y eficaz y habitualmente no produce reacciones adversas, si bien excepcionalmente puede producir una inflamación débil en el punto de la inyección, malestar general o ligeros dolores musculares.

Balance campaña anterior

El número de casos registrados en Cantabria varía mucho de un año a otro, como en el resto de España, oscilando entre los  5.000 y los 24.000 anuales declarados, aunque la incidencia real se considera superior.

Durante la campaña del otoño de 2010,  se suministraron en Cantabria 106.064 dosis de vacuna, 21.888 menos que en 2009, debido a un descenso de la cobertura en todas las franjas de edad.

Durante la temporada 2010-2011, la gripe no presentó características especiales, por su duración, incidencia o patrón epidemiológico. Tuvo una duración de ocho semanas y el total de casos estimados superó los 12.000, según datos de la Red Centinela de Vigilancia de la Gripe en Cantabria.

El pico máximo se registró en la segunda semana de 2011, con 363,19 casos por 100.000 habitantes. Esta tasa no superó los  máximos históricos de la comunidad registrados en 2005, cuando se detectaron 737,1 casos por cada 100.000 habitantes.

La máxima incidencia se produjo entre personas de 15 y 39 años y el 93 por ciento de los casos entre no vacunadas.

La Red de Vigilancia de la Gripe de Cantabria, que proporciona anualmente estos datos, es un sistema formado por una veintena de médicos centinela de Atención Primaria del Servicio Cántabro de Salud, personal del laboratorio de microbiología de Valdecilla y personal de