Una mujer de Los Corrales fallece en un accidente de autobús Jueves, 13 Octubre 2011

Una mujer de Los Corrales fallece en un accidente de autobús

Una persona ha fallecido, otras cuatro han resultado heridas de gravedad, y otras 25 leves, al colisionar un autobús en el que viajaban jubilados con un camión en la autovía A-8, en dirección a Bilbao, cerca de Laredo, según ha informado la Delegación del Gobierno en Cantabria.
El suceso se ha producido a las 9.10 horas, a unos cien metros de la salida de Laredo en el punto kilométrico 173 y, como resultado del choque, ha fallecido una pasajera del autobús.
Según informó en el lugar de los hechos el comandante Bárez de la Guardia Civil, en el momento de la accidente el camión estaba adelantando al autobús, pero le reventó una rueda y el conductor no pudo dominar el vehículo ni el autobús tuvo ocasión de esquivarlo, por lo que se produjo una colisión por alcance.
Al menos tres personas que viajaban en el autobús están muy graves, así como el copilto del camión, cuyo conductor resultó herido y pudo salir por sus propios medios del vehículo con un corte en la cabeza. Otros 25 ocupantes del autobús, en el que viajaban 44 personas, resultaron heridos leves y en estos momentos están siendo atendidos en el hospital de Laredo.
Los accidentados han sido trasladados a los hospitales de Valdecilla y Laredo.
La mujer fallecida, P. M. G. F., era vecina de Los Corrales de Buelna y para poder rescatar el cuerpo fue necesario levantar el autobús que había volcado. Uno de los heridos graves es el esposo de la víctima mortal. Los bomberos tuvieron que aplicarse en las duras tareas de excarcelación de heridos.
Los jubilados que iban en el autobús habían salido desde Torrelavega e iban de excursión hacia el País Vasco. Todos ellos procedían de la zona centro de Cantabria, de poblaciones como Los Corrales de Buelna, Cabezón de la Sal y de la comarca del Besaya.
De los tres heridos graves, el conductor del autobús permanece ingresado en Valdecilla, y los otros dos, el conductor del camión, que transportaba congelados, y una de las pasajeras del autobús han sido trasladado al hospital de Laredo, donde también han sido trasladadas las personas heridas.
El accidente ha obligado a cortar la circulación en la autovía y el tráfico está siendo desviado a la altura de la localidad de Treto. Como consecuencia del accidente, los atascos en la autovía son importantes y en el lugar de los hechos trabajan en estos momentos los operarios de limpieza para abrir el vial cuanto antes.

Profundo dolor en el pueblo

Los Corrales de Buelna vivió una jornada de dolor por el fallecimiento de una vecina 'de toda la vida', Pilar Gutiérrez, víctima de una accidente de autobús del que su marido, Arturo Diego, también salió herido de consideración. Los dos pertenecientes a dos familias con mucha solera, muy conocidas y muy extendidas por todo el valle. Los vecinos y las muchas personas que cada día madrugan para comprar el periódico en el quiosco Cosio de Los Corrales de Buelna se temieron lo peor cuando vieron una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico llegar a la céntrica casa del matrimonio, en la calle de la Puchera, junto a la rotonda de Amnistía Internacional, en plena Avenida Cantabria.

La noticia del accidente había llegado a los medios hacia tan solo unos minutos pero corrió como la pólvora por el municipio. Y la suma de lo poco que se sabía con la llegada de la patrulla de Tráfico disparó todas las alarmas. Ramón, uno de los vecinos, Antonio, un comprador del quiosco, coincidieron al ver a la Guardia Civil en que "noticias buenas no traen, seguro". A la par, la alcaldesa, Mercedes Toribio Ruiz, comenzaba una mañana "de locura". Delegación del Gobierno y los consejeros del Ejecutivo regional la llamaban para darle personalmente la noticia: en el autobús siniestrado viajaban muchos vecinos de toda la comarca y la persona fallecida era de Los Corrales de Buelna. "Como no puede ser de otro modo me impresionó la noticia, lo mismo que a los muchos vecinos que me fueron llamando, unos para contarme lo que sabían, otros para preguntarme, todos terriblemente apenados". Y añade que "el resto de la mañana nos dedicamos a saber qué había pasado y qué podíamos hacer". Por eso preguntó a colectivos, agencias de viaje, empresas de autobuses sobre cuántos corraliegos podían ir en ese trágico itinerario y quién lo había organizado. Los medios de comunicación también saturaban el teléfono del Ayuntamiento y dejaban a la alcaldesa sin tiempo para más. Las noticias iban llegando con cuentagotas. Aún no se conocía la identidad de la fallecida y el miedo se extendía. Este jueves partía un autobús con montañeros veteranos, muchos de Los Corrales de Buelna, hacia Granada, para participar en el Eurorando, y en principio algunas personas creyeron que era el viaje accidentado. No, rápidamente el Grupo de Montaña Orza se puso en contacto con los montañeros y comprobaron que todo iba bien. Ninguna asociación ni agencia de viajes había organizado ese itinerario, como comprobaba la propia alcaldesa. Quedaban dos opciones que se barajaron desde el primer momento: un viaje del Imserso o, como más probable, un viaje organizado para la venta de algún producto concreto. Cuando se fue conociendo la identidad de los accidentados los vecinos se decantaban por esta última opción: "es un matrimonio al que le gusta participar en esos viajes. Pasan el día fuera conociendo lugares, disfrutando de la jornada, y regresan al anochecer". Y todas las frases terminaban igual, como decía Paquita "no me puede creer que les haya pasado a ellos, espero que se recupere". La alcaldesa había recibido personalmente la información poco antes: "el municipio está consternado por lo sucedido a un matrimonio tan próximo, tan querido y conocido". "Y aún joven", recalcaba. Lo decía desde el dolor de quien sabe de que habla. Familiares, amigos, vecinos de siempre se acercaban al hogar, a consolar a los dos hijos, Arturo, Pedro Luís y Rosa María. Todos daban ánimos por la pronta recuperación del padre. "Una familia muy trabajadora desde siempre, con un buen matrimonio y unos hijos que han salido adelante trabajando muy duro" decían los vecinos, mientras esperaban conocer más noticias sobre el tema que acaparó todas las conversaciones de los habitantes de Los Corrales de Buelna durante el triste día.

Una familia de siempre

Los Corrales de Buelna está encogido por la pérdida de uno de los suyos. Es un pueblo que en pocos años ha crecido mucho con personas que han llegado desde otros lugares. Pero hay cosas que no cambian. Y los mayores, y los que no lo son tanto, conocen a cada miembro de esas familias 'de toda la vida' que no ceden al desaliento de ir viendo como el pueblo se convierte en ciudad. Más cuando esa familia ha mantenido un vínculo muy fuerte con el municipio a lo largo de muchos años. Por eso los corros de madres en el colegio, los parroquianos junto al quiosco, por cierto pegado a la vivienda familiar, en la compra, en cualquier lugar se hablaba de Pilar y Arturo, de sus tres hijos, Arturo el mayor, como su padre, Pedro Luís y Rosa María. A primera hora de la tarde había peregrinación por los lugares donde habitualmente se colocan las esquelas. Otra de las cosas que no cambian por mucho que crezca un pueblo. Porque aunque la noticia ya era de sobra conocida, como Santo Tomás, hay que verlo para creerlo. Y nada más fiable que una esquela. Los que compartieron su infancia con los hijos, viviendo en un pueblo entonces mucho más pequeño, por lo tanto más cercano, recuerdan al matrimonio, él trabajando como repartidor, ella en la compra en la tienduca de Pilar o la de Rocío, ambas, las tiendas, hoy vendidas a la modernidad pero aún muy próximas a la calle de la Puchera. Otra de las que no cambian. El nombre lo dice todo. Siempre amables, siempre trabajando. Los padres. Y los hijos, Arturo y Pero Luís, desde que cumplieron con el colegio dedicando sus esfuerzos a la familia. La 'buena gente', un término que lo define todo. En Los Corrales de Buelna muchas cosas no han cambiado, por eso el dolor de una familia 'de toda la vida' se comparte, se reparte entre todos los que han crecido a su vera. Y tras comprobar la esquela, otra gran prueba de las que no cambian, nadie faltará al entierro de Pilar, nadie dejará de rezar para que Arturo se recupere pronto. Porque al final, la vieja y gran familia de corraliegos 'de toda la vida' ha perdido a uno los suyos. Y eso duele.

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