"Lloramos su muerte, pero celebramos la vida que nos dio" Sábado, 05 Noviembre 2011

"Lloramos su muerte, pero celebramos la vida que nos dio"

El 19 de octubre de 2006 una mujer joven (tenía entonces 30 años) dejó boquiabiertas a cuantas personas asistieron a la clausura de las ‘II Jornadas sobre Mujer y Cáncer de Mama en el siglo XXI’ que había organizado la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer de Los Corrales de Buelna. Con su testimonio personal sobre la enfermedad logró emocionar a todos los presentes, dejando aquel día clara su entereza, sus ganas de vivir y su enorme arranque. Se llamaba Almudena Ruiz Pellón, y desde entonces ha sido un ejemplo para todos los cántabros, especialmente para aquellos que luchan contra esa enfermedad. Y así será incluso después de su fallecimiento, el pasado miércoles, a los 35 años.

En aquel acto la presentó el psicólogo de la AECC, Miguel Mediavilla Abad. El único que entonces intuía que Almudena iba a cambiar no solo la asociación, sino mucho más. Así fue. En el año 2007 ingresó en la junta local como voluntaria y en mayo de 2008 la nombraron presidenta.

Nadie quedaba inmune a sus encantos, a una sonrisa cautivadora y constante que abría todas las puertas. Pero detrás estaba un incansable empuje. Así potenció la atención psicológica a enfermos y familiares; los programas de prevención del consumo de tabaco y alcohol en colegios; el préstamo de material de apoyo, desde camas con motor, sillas de rueda, taca-tá y colchones antiescaras; lideró las campañas de cuestación y actividades como la multitudinaria carrera solidaria ‘Luchamos por la Vida’ o la última aventura en la lucha contra el cáncer de mama, una travesía que llevó a un centenar de personas a colocar un gran lazo rosa en el punto más alto de Cantabria, en Peña Vieja. Aquel día tocó el cielo y el cielo no se hizo esperar.

Al término de aquella jornada, cansada como estaba, le pidió a su inseparable, inquebrantable, Felipe, su marido, que en una temporada le quitara las ideas de la cabeza, que necesitaba descansar.

El último año había sido frenético, plagado de sueños hechos realidad a la par de noticias preocupantes sobre su salud. Consiguió algo que había perseguido durante mucho tiempo, llegar a Luz Casal, compañera de males. Y en su concierto en Santander vistió la camiseta de ‘Luchamos por la Vida’. Inolvidable. Otra mujer que también sabía lo que era sufrir un cáncer, la himalayista Rosa Fernández también estaba en su punto de mira. Y también la trajo para llevar el lazo rosa a Peña Vieja. Incluso la princesa Letizia le saludó en Zaragoza, en la entrega de los premios ‘V de Vida’ que otorga la Asociación Contra el Cáncer. Todas, todos quedaban impresionados por una sonrisa irresistible. La princesa le pareció muy cercana y agradeció los besos que rompiendo el protocolo le dio.

Imaginación y entrega

Entre unas cosas y otras, Almudena Ruiz había dado tantos ejemplos de lucha, de imaginación, de capacidad de llamar la atención que se convertía en el último fichaje de la Junta Provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer en Cantabria. Y llamaba a las puertas de la nacional, como reconocía la presidenta de la asociación en España, Isabel Oriol, en su presencia en la tercera edición de la carrera ‘Luchamos por la Vida’, donde dejó claro que a Almudena la esperaban cotas muy altas.

Pero ella causaba otros muchos efectos. En su trabajo, en el Polígono Industrial de Barros, admiración de sus compañeros de oficina y taller. Entre sus amigos, devoción por su carácter cariñoso. En su familia, orgullo, amor, todo. Porque detrás de una gran mujer había una gran familia. Sus padres, Maruja y Chema, eran el apoyo incesante. Su marido, Felipe, su compañero de mil aventuras. Su hermana Noelia, la cómplice en tantos tragos. Su cuñado Álvaro, el hombre que supo plasmar su alma en fotografías que harán historia. Y tantos otros.

Y Almudena marcaba el camino: «Se aprende mucho de la enfermedad, se mira todo de otra forma. A nivel personal lo importante es no dejar nada dentro, pedir ayuda a los que te rodean, compartir con ellos las sensaciones y sentimientos y saber que queda la esperanza de seguir adelante. Aunque recaigamos, como es mi caso, tenemos mucho por hacer y contar». «Es un batalla diaria en la que hay momentos muy duros, es una enfermedad que puede terminar agotándote física y psicológicamente, sobre todo cuando sufres una recaída. En ese momento se abre un periodo de incertidumbre de meses hasta que te dan los resultados. Tienes que ser fuerte, con la ayuda de los de alrededor y ofreciendo y ofreciéndote una sonrisa». Pero algo tiene que quedar por encima de todo. La familia quiere recalcar "por encima de todo, que Almudena ha sido muy feliz y ha sabido disfrutar de la vida. Ha habido muchos momentos duros para nosotros, pero ni comparación a las alegrías que nos ha dado. Lloramos su muerte pero celebramos la vida que nos dio. Todo lo que se pueda decir de ella siempre será poco".

Una de las voces colectivas que han hablado de ella ha sido la del presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios del Valle de Buelna, Salvador Victorino Fernández: «Almudena será para todos sus amigos y vecinos la sonrisa permanente ante la adversidad, su ejemplo quedará patente en todos cuantos la apreciábamos y siempre estará presente en nuestras vidas cuando los infortunios aparezcan. Su comercio y sus amigos la lloramos, pero también la admiramos, pues pasará a ser el talismán compartido de todos los corraliegos».

El deporte, a través de Jairo Fernández, también destacaba «su ejemplo de superación y fuerza. Y aunque suena a tópico, nunca fue tan cierta la expresión: deja un gran vacío en este pueblo».

La cultura la había elegido como su musa particular. La Coral de Los Corrales de Buelna la designó como pregonera de las fiestas patronales de San Juan 2011, en junio de este mismo año. Fue un pregón emotivo, ameno, que pasará a la historia. «Su sonrisa dejará una huella eterna para todos» señalaba la presidenta de la Coral, Marisa Conde.

Pero para frases las de las redes sociales. Un millón de todos sus amigos que cambiaron su avatar por lazos rosas o negros mientras describían a Almudena de miles de maneras. Miles de adioses tan sentidos como particulares. Pasará tiempo hasta que se repita algo así. Tanto es así que en Facebook, en la página Luchamos por la vida, la foto de despedida de Almudena ha sido visitada 2851 veces en 24 horas.

Visto 2053 veces