Reunión de joyetos en Santa Olalla Sábado, 10 Febrero 2024 Reunión de joyetos en Santa Olalla

Los joyetos vuelven a Santa Olalla

Los vecinos de Santa Olalla llevan cerca ya de dos décadas presumiendo de su "sentido de pertenencia", como bien decía este sábado Ricardo Fernández, llegado desde México para participar en una reunión que contó con 95 nacidos o descendientes de joyetos, el gentilicio de los nacidos en ese pueblo de Molledo. Tras una Santa Misa y ofrenda floral por los ausentes, los joyetos compartieron mesa, mantel y recuerdos, todos enamorados del lugar en el que nacieron ellos o sus padres, sus abuelos. Personas llegadas de Madrid, Valladolid, Navarra, todos con ganas de verse, de recordar tiempos pasados que sin duda fueron mejores, de ponerse al día, de disfrutar de los suyos, de sentirse parte de "un pueblo acogedor como pocos". "Lo cierto es que nunca te vas de tu pueblo de toda la vida", decía Francisco Javier Fernández, nacido en Santa Olalla pero afincado por trabajo en Navarra.  Lo compartía Juan Carlos Martínez nacido en Valladolid, donde fue su padre, joyeto, por su trabajo como ferroviario. Hoy su hija vive en la casa familiar, cerrando un círculo que hace especialmente feliz al pucelano. Con ellos estaba Fernando Saiz, de los pocos que aún viven en Santa Olalla, en la misma casa que fue de sus padres. El ve como en el pueblo se van habitando todas las casas, "antes con familiares de joyetos, ahora incluso gente de fuera". "Algo tendrá esto", sentencia.

Fernando Silió se va relajando poco a poco. Es el organizador de la reunión de joyetos y tiene claro que "el esfuerzo merece la pena". Son, dice, "muchas generaciones representadas por vecinos de todas las edades, manteniendo la unión de este pueblo que mira hacia atrás con añoranza y cree en el futuro". Todo con la satisfacción de ver como "siguen acudiendo a nuestra llamada, cada vez más". Terminó lanzando un mensaje de ánimo al resto de los pueblos, "porque así se mantiene el recuero y se evita que la despoblación sea también el olvido". "Los abrazos de esta jornada, las risas, bien valen cualquier esfuerzo organizativo.

 

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