El Plan General de Ordenación Urbana de Los Corrales de Buelna ha entrado por fin en su recta final, después de más de 15 años de tramitación. Pero no lo ha hecho con la algarabía propia de un proyecto que toca a su fin, sino con la sensación de no dejar contento a nadie. En la última comisión de Obras e Infraestructura se llegó a un acuerdo sobre las alegaciones más controvertidas de ese plan que permitirá llevar a pleno el documento en su conjunto para su aprobación definitiva. Pero ni siquiera en ese acuerdo hubo unanimidad. Lo que primó fueron las ganas de zanjar un debate que se había prolongado cerca de un año y que no tenía visos de acabar. Y se hizo con los votos a favor de PP y PSOE, el primero por salir del atolladero y el segundo por convicción. Así, se rubricó un compromiso de mínimos sobre la situación de las fincas que eran motivo de debate, compromiso que a unos les parece demasiado limitado y a otros demasiado extenso, pero que a nade convence de forma completa.

Lo importante, al final, es que el plan irá a pleno y se pondrá fin a años de incertidumbre. En cuanto a las declaraciones, nada nuevo. El PP viene manteniendo que no es su plan, pero que por un ejercicio de responsabilidad está haciendo todo lo posible para su aprobación. El PSOE insiste en la necesidad de contar con el documento para avanzar en el desarrollo de Los Corrales de Buelna. El PRC dará su opinión en el pleno que debata la cuestión. E IU avanzaba esta semana que votará en contra. Lo que es evidente es que a finales de mes se convocará una sesión plenaria ordinaria en la que podría ir la aprobación definitiva del plan. En principio debería ser el último jueves de mes, pero es Jueves Santo. Así que o se adelanta un día, al miércoles anterior, o una semana, al jueves 21 de marzo.