El Grupo Municipal Regionalista en el Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna ha vuelto a insistir en la necesidad de tomar medidas de mejora en el túnel de la Estación, bajo las vías del tren. Y la alcaldesa, Mercedes Toribio, ha vuelto a contestar que no es su competencia, aunque reconoce esa necesidad y la traslada periódicamente al Ministerio de Fomento. Todo ello en medio de una situación de constante polémica en la que lo único claro es que la competencia sobre ese paso es del Ministerio de Fomento, ya que el Ayuntamiento no ha recepcionado una obra con la que nunca estuvo conforme. De tan mal resultado que, a pesar de que forma parte de una carretera de titularidad autonómica, tampoco la ha asumido como suya la Dirección General de Carreteras del Gobierno de Cantabria.

Así las cosas, el portavoz regionalista en el Ayuntamiento, Luis Ignacio Argumosa Abascal, ha preguntado al gobierno municipal sobre las razones por las que no se ha aprovechado el reciente cierre de ese paso subterráneo para solicitar obras de mejora. En concreto, la reparación de las chapas laterales de ese paso, dañadas por la estrechez y continúo roce de grandes transportes y que son un peligro constante y en aumento, especialmente para motoristas y ciclistas, decía el portavoz regionalista. Se requiere, dijo, una actuación “inmediata sobre los paneles enfilados hacia la carretera como cuchillas, peligrosas para coches y sobre todo motos y bicis, porque un golpe contra esas planchas puede suponer un grave accidente”, dijo.

Mercedes Toribio ha dado respuesta a esa cuestión, señalando que “si la pregunta es por qué no lo hemos solicitado, la respuesta es que la reparación la tenemos solicitada hace tiempo pero no se ha concedido”. Ante esa falta de respuesta de Fomento, responsable de las obras en el interior del paso, la alcaldesa afirmó que “cuando se organizó el cierre para renovar el tendido eléctrico no se pudieron tomar otras medidas, porque no nos compete a nosotros”. Pero insistió en que “no se ha podido llevar a cabo esta vez, pero se reitera periódicamente la petición de mejora porque coincidimos en el mal estado del túnel”.

A partir de ahí, la polémica sigue rondando un tramo, el de la carretera que pasa bajo el túnel, que es tierra de nadie. Porque siendo una carretera de competencia autonómica, la Consejería de Obras Públicas no la ha recepcionado una vez concluidas las obras del famoso túnel, con lo que cada vez que se quiere hacer algo hay que estudiar primero a quién pedírselo. El túnel de la estación, abierto hace ahora seis años y un mes, está gafado y no hay obra en su interior o su entorno que no conlleve una discusión, una controvertida ejecución y un final cuestionable. Así, los semáforos, los sensores de paso para transportes pesados, la rotonda virtual a su salida, las humedades, los paneles laterales, incluso las farolas que se colocaron en mitad de las aceras, han sido y son motivo de controversia. Eso sin contar con el tiempo que se empleó en acabarlos, tres años, el doble de lo previsto, o el presupuesto, seis millones de euros, también el doble.