El eterno caminante, Eduardo Benajes, ya prepara hacer realidad su sueño de siempre, caminar a Jerusalén. Después de sus dos aventuras recientes entre Polonia y centros católicos como Santo Toribio y Santiago de Compostela, ahora pretende unir los dos enclaves religiosos más importantes, Roma y Jerusalén. Ya tiene el proyecto pero necesita un acompañante para los cinco meses que duraría el ‘paseo’. Alguien con compartir una larga caminata para la que, asegura, “no hay que ser atleta, solo aguantar un poco, un poco de esfuerzo”. En kilómetros son en realidad 6.300, pero viajará en avión a Roma, desde donde empezará su andadura, con lo que se quedan en unos 5.000 kilómetros, a través de Italia, Grecia, Turquía, Siria e Israel. De momento el coste rondará los 6.000 euros, pero espera conseguir subvenciones para limitar ese gasto. No se encontrarán alberges, como sucedía en Europa, “por lo que habrá que buscarse la vida, dormir en la calle la mayoría de las veces”. La clave es salir en mayo para que antes de que llegue el invierno puedan estar de vuelta, “y es que los inviernos en esa zona son muy malos”. La mochila, como siempre, liviana. Ya se comprará lo que sea necesario durante el camino, para abrigo en las noches frías o para guarecerse de la lluvia cuanto toque. La parte más complicada, la de Turquía, que es la más larga, o Siria, la más conflictiva, y las montañas que se encontrarán en varios lugares, “aunque no son demasiado duras, pero si que habrá subidas”. Su primer sueño y su última gran aventura, a partir de ahí, las caminatas serán más ligeras, “andar por Europa que me encanta”. “Pero esta fue la primera idea que tuve y ahora es el momento bueno para llevarla a cabo. Solo necesito compañía. Y cuantos más mejor”.