El Ayuntamiento de Los Corrales de Buelna ha dado por terminadas las obras del proyecto más importante acometido con medios propios, la recogida de aguas que bajan de los montes del valle hacia San Mateo. El objetivo principal ha sido evitar que los muchos manantiales que desembocan en las fuertes laderas provoquen inundaciones como las que afectaron a toda la zona a principios de año, según explicó el responsable de Obras e Infraestructuras, Serviliano González.
A falta de algunos remates, como reconoció el concejal, la obra ya recoge las aguas de los principales manantiales de los montes, reconduciéndolas hacia nuevas tuberías subterráneas reforzadas con cunetas de hormigón paralelas al camino y que complementan la recepción de agua en distintos tramos del recorrido. Ese caudal exterior llega a arquetas que conectan con las tuberías principales y que terminan llevando el agua al río Rebujas. Un caudal muy importante en verano que con la época de lluvias se convierte en un peligro para las casas del pueblo próximas al río y la carretera principal. Una carretera que con las tormentas de principios de año se convirtió en un río que se llevaba todo a su paso.
Serviliano González aseguró que “estamos rematando ya la última fase de la obra de recogida de aguas en San Mateo, una de las obras más importante afrontada por el personal y maquinaria del Ayuntamiento”. Explicó que tras la ciclo génesis, que afectó sobre manera a San Mateo, se hizo preciso controlar el agua que llegaba desde los montes. Y había que trabajar en verano, porque la zona es sombría y húmeda, con manantiales constantes durante todo el año que dificultaban el trabajo de grandes máquinas.
Serviliano González añadió que también se han levantado grandes escolleras para asegurar las laderas, algunas muy afectadas por las últimas tormentas y se han reforzado las tuberías por miedo a grandes avenidas de aguas con desprendimientos de tierra, piedras y ramas.
Había prisa para que no llegara el otoño y se contrató una pala de refuerzo a la que ya tiene el Ayuntamiento. “Es una zona muy sombría en la que si llueve tienes dos o tres días en los que no puedes trabajar y en octubre ya no podremos ni entrar, así que nos hemos dado cierta urgencia” dijo Serviliano González. Por último explicó que, precisamente debido a las dificultades de acceso en invierno, se ha habilitado un camino para entrar a la zona principal de recogida de aguas en cualquier tiempo, en caso de una emergencia”. En cuanto al presupuesto, apuntó que el gasto directo ha sido mínimo, ya que se ha actuado con personal y maquinaria municipal, con lo que solo se ha invertido en las tuberías, hormigón y algunos añadidos a la obra.
