Charanga pasacalles en los 80 Domingo, 16 Noviembre 2014 Charanga pasacalles en los 80

La leyenda de Juanón en el 34º aniversario de la Peña El Tarumbo

Alrededor de medio millar de personas se dieron cita este sábado en el antiguo patio de aprendices para celebrar el lunch anual para socios de la Peña El Tarumbo.
El acto recordó los 34 años de historia de la popular asociación corraliega y sirvió para recordar a los componentes fallecidos de la charanga musical con la proyección de un video.

“De la romería vengo, de San Juan en Los Corrales"
Corrían los años 70, aquellas fiestas patronales ya hacía años que no las organizaba ni financiaba la vieja fábrica del caballo blanco.
A pesar de todo, un grupo de vecinos intentó hacer resurgir un San Juan, que entró en un profundo declive.
Con la muerte del dictador y la recuperación de las libertades, las inquietudes de algunas personas llevaron impresas la vuelta de la vibración y participación festera.
La unión para recuperar la tradición de fiestas, para despertar la cultura, iniciaba su periplo.

En 1980 comenzaban las reuniones, desde el local de la OJE  en La Pontanilla, hasta la barra de La Pirenaica.
Buenas orquestas, actuaciones, vaquillas, pruebas deportivas, actividades para niños y mayores, los fuegos artificiales, la hoguera y la mítica charanga con sus pasacalles.
Ignacio logró las chufletas, Gele soplaba con todas sus fuerzas, Luis le daba al tambor, mientras Juanma repiqueteaba los palillos, y los demás vencían la timidez y tatareaban.

“Si te ha pillaó el toro…“

Meses después, tras redactar y aprobarse los estatutos, nacía oficialmente la Peña El Tarumbo. Una sociedad cultural, deportiva, gastronómica y recreativa, destinada como el personaje de ficción de José María de  Pereda, a hacer el bien a  sus vecinos, a ayudar a crear un ambiente nuevo en el pueblo, a promover la participación de todos.
Fieles a sus objetivos, la Peña costeó unas ambiciosas fiestas patronales con el libro de San Juan y su publicidad como sustento económico, junto al aval bancario suscrito por los socios fundadores de la Peña, ante la nula aportación económica de la corporación municipal.

Nacía también el Tío Juanón, al estilo tradicional de varias zonas del País Vasco. Juanón, el popular muñeco, representaría lo negativo del año pasado y abriría cada edición de fiestas con su cuelgue. El último día ardería, simbolizando el final de lo negativo.
El prado frente al Atom2000 fue el escenario de las atracciones y la plaza de toros portátil. Los hombres y mujeres del Tarumbo aunaron esfuerzos para montar el coso.
Mientras tanto la charanga avanzaba con la visita a otras charangas, se fueron creando con imaginación instrumentos imitando el sonido de trombones o trompetas.

¡Ya llegan los Tarumbos! – Tú sonreíste y las calles y corazones de los corraliegos se inundaban de jolgorio y alegría. Mi pueblo se llenaba de algarabía desterrando viejas épocas.
Magostas, cine infantil, conferencias, dibujo … el Tarumbo desbordaba su capacidad y sus ganas de trabajar.

Luego llegó el nuevo local. No ha sido un camino fácil, demasiadas disputas por el sendero.
¡Aunque se moje, el Tarumbo no se encoge!
Solo el empeño de sus gentes les ha traído hasta aquí, para formar parte de la historia de este pueblo.
Su reto está alcanzado. No hace falta refundar nada que se le parezca.
Aquel personaje de ficción de Pereda que no tenía tiempo de arreglar su casa derrumbada por ayudar a sus vecinos es su fiel inspiración.

Porque el concepto de la felicidad no es hacer siempre lo que queremos, si no querer siempre lo que hacemos.

Vídeo proyectado durante la celebración en memoria de los fallecidos de la Peña

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